El gobierno y su Presidente reafirman

No les importan calamidades del país ni miseria, hambre y enfermedades pueblo

Sólo buscan acumular patrimonios personales y para ello van tras comisión compra de aviones de guerra y jet para viajes

-Le fracasó negocio del Metro pero ahora tiene el de los aviones y su jet de paseos-

 

La información de que el gobierno de Leonel Fernández se apresta a comprar aviones de guerra, así como un jet de viajes personales para uso del Presidente en su ir y venir por el mundo de la gran vida, ha resultado entre chocante e irritante para la población y la opinión general de la nación, en los actuales momentos de tragedia económica y social por la que atraviesa el país, con un desgraciado gobierno que no ha resuelto un solo problema de los que directamente vienen aplastando a la población en forma cada vez más intensa y despiadada desde que este mismo Presidente, con el mismo equipo de gestión, impuso la privatización de los servicios básicos, regaló a precio de vaca muerta las empresas del patrimonio nacional, dispuso la privatización de la educación, la salud pública y la atención hospitalaria, entregándole la vida nacional a la voracidad insaciable de los consorcios monopolistas del imperio-capitalismo mundial.

Somos de los que estamos total y absolutamente convencidos de que a Leonel Fernández lo único que le preocupa y le quita el sueño es el uso del Poder del Estado para proseguir su meteórico enriquecimiento personal. Un íntimo y cercano colaborador suyo de nombre Julio César Valdez, que escribió un polémico ensayo evaluatorio partiendo de su percepción personal de la conducta de Leonel Fernández, señala que con la venta al sector privado de la ex-CDE, Leonel Fernández amasó una fortuna mayor de 900 millones de dólares.

Ese ensayo, que fuera puesto en circulación en vísperas de las elecciones de mayo del 2004, fue visto injustamente como intento por desacreditar la candidatura de Leonel Fernández. Y por ello, como éste era el candidato del momento, el ensayo fue menospreciado en el valor que, por su alcance, podrían encerrar los aportes de dicho ensayo.

Pero andando el tiempo no hay que sorprenderse si el ensayo titulado “Leonel Fernández y yo -Memorias inéditas-” de Julio César Valdez, se convierte en un texto de obligada lectura para conocer la dinámica interna de la sicología y formas de ver las cosas Leonel Fernández Reyna; claro está, dejando a un lado el espíritu de resentimiento, desquite y despecho que en el mismo, por ratos, aparece.

Y cuando en medio de la presente situación, donde es un grito a voces el desencanto y el desengaño contra el actual gobierno y contra el mismo Leonel Fernández, que luce cada vez más inepto e irresponsable, hasta el punto de que parece como si en verdad estuviese en todo menos en lo que concierne al ejercicio efectivo de la labor de gobernar y buscar la solución a los problemas de desempleo, de recesión económica, de inoperancia del sector salud, que se muestra a su vez más incapaz e inepto para resolver la demanda de atención médica y hospitalaria por parte de la población, agudizándose el problema de los apagones, del agua, del costo de los artículos de primera necesidad, del descuido de la educación pública, etc., etc., en fin, con un desbordamiento de la pobreza y la miseria, el gobierno anunció su intención de adquirir aviones de guerra y un jet de lujo para el presidente Leonel Fernández en Brasil; la gente se apresta a pensar, con toda lógica, que el asunto es que Leonel Fernández se va a ganar ahí los millones de dólares que no le permitieron ganarse, junto con Diandino Peña y su comparsa, con la construcción del descabellado Metro, que todo el mundo ha entendido como un medio para el Ejecutivo engrosar su patrimonio personal.

Es por ello que al ventilar este asunto de los aviones de guerra que se anuncia se apresta el gobierno a comprar, sin saber con quién carajo va a guerrear este gobierno, además de un jet de lujo para viajes del Presidente, lo que sí se explica por el gusto de éste por andar viajando y dándose la gran vida, pues de que es un vive-bien, aunque sea con los cuartos del pueblo, a nadie le cabe la menor duda (de que lo es, lo es), nos surge el pálpito de que la desmedida ambición hasta más allá de todo límite, sin importar escrúpulos ni pruritos y sin miramientos de ningún tipo que Julio César Valdez (amigo íntimo y muy allegado a Leonel Fernández durante casi una década de juventud hasta la madurez biológica) le atribuye al actual Presidente, como el núcleo obsesivo de lo que mueve y determina su comportamiento, es posible que sea cierta y que el tan audaz como polémico autor del discutido ensayo haya dado justamente en el blanco, y tengan sus actuales colaboradores un día que llegar a admitir que, ciertamente, ese y no otro es Leonel Fernández.

 

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