LA REFORMA JUDICIAL Y LA SUPREMA DE SUBERO ISA
Obstáculos para Justicia deseada, burdos instrumentos de la recolonización y nueva anexión país
-Subero Isa agente de los monopolios y gángster del clan Baninter-

A) Este cheque, por 10 millones de pesos, es emitido por la señora Eglys Esmurdoc en préstamo usurario al 20% mensual. Eglys Esmurdoc es la Segunda Sustituta de Subero Isa en la Suprema. Y es usurera. ¿Contraviene esta actividad la condición de miembro vitalicio de la Suprema Corte de cualquiera de sus integrantes?

B) Este cheque se hace en pago de intereses por un mes a la usurera Segunda Sustituta del Presidente Suprema Corte. ¿Es este el poder de la moral de los jueces de la Suprema?

C) Este cheque lo emite la empresa víctima del préstamo usurero de la Segunda Sustituta de Subero en enero 2007 para poner fin al préstamo. Eglys Esmurdoc lo deposita en la Cta. 723-148045 del Banco Popular. Esta cuenta no está a nombre de ella, sino de Rizek, C. por A. Esto para ocultar sus actividades usureras, siendo miembro, como Segunda Sustituta de Subero Isa. ¿Qué moral hay en la Suprema?

 

Que quede claro y de manera tan contundente como categórica: la Suprema Corte de la Judicatura es un órgano completa y absolutamente espurio, que no puede ni ha podido ni podrá crear, ni contribuir a crear, una justicia decente, con jueces capaces y escrupulosos, teniendo como su Presidente a Jorge Subero Isa, que no es otra cosa que un comprobado gángster, miembro del staff dirigencial del clan mafioso de los Buenaventura Báez -Báez Romano y Ramón Buenaventura Báez Figueroa-, mejor conocido como la mafia Baninter y que tiene a su cargo la encomienda de garantizar el amparo jurídico a la recolonización y la anexión de la República Dominicana por medio de la globalización y la anulación de la autodeterminación del pueblo soberano.

Si algo resulta relevante, en lo concerniente a la reforma estructural en el sector judicial, es que todo lo hecho, al fin y al cabo, salvo ciertas formalidades insustanciales e intrascendentes, ha terminado por empeorar el mal hasta colocar el paciente al borde del colapso definitivo, pero no a sanarlo, ni siquiera a alcanzar una ostensible mejoría.

Lo mismo cabe decirse por las actividades pasadas y presentes de carácter financiero-especulativo y usurero de los componentes de la Suprema Corte, desplegadas paralelamente y apoyándose en los privilegios que emanan de su posición dentro de ese órgano del aparato de la Judicatura, como es el caso de la nombrada Eglys Esmurdoc, que hace de prestamista usurera, siendo la Segunda Sustituta del Presidente de la Suprema Corte. ¿Qué moralidad o decencia puede haber ahí?

Por su origen y forma de ser engendrada y parida la actual Suprema, no podía ni alcanzará nunca a llenar las esperanzas de justicia decente que cunden en el país y el pueblo.

Jorge Subero Isa se vanagloria y cimbrea de que su papel es la defensa a ultranza, así como garantizar, por encima de todo, los espurios intereses de la inversión de los monopolios extranjeros (que está claro se trata del capital financiero mundial).

Jorge Subero Isa es un despreciable sujeto que, del mismo modo, se jacta de proclamar que la nación dominicana es algo obsoleto que hay que borrar del mapa, y hacer igual a como él ha hecho -como principio de iniciación de la peste árabe-, que rompió todo vínculo con sus ancestros sirio-libaneses, para actuar, sin ataduras ni escrúpulos, y cada vez con poco menos asomo de pudor, como mercenario, corsario, buitre, pirata, tal cual un gitano o ciudadano roma pero, no conforme con todo eso, llega al extremo de confesar que él no es juez en realidad, sino gerente financiero de los monopolios imperio-capitalistas (así de descarado y desfachatado es este gángster), entronizado y auto-declarado con carácter vitalicio en la Presidencia de la Suprema Corte de la Judicatura.

Pero del mismo modo cabe resaltar que la Suprema Corte, que está compuesta por ancianos, de un lado, que la biología los ha descartado por artero-escleróticos y estultos, y, por el otro lado, se conoce que Jorge Subero Isa ha creado una Corte Suprema paralela, ilegal, hacia lo interno de la Judicatura, amen de que es fuente de contaminación de muerte a toda la vida judicial libre, y que está compuesta por un conjunto de paramilitares y parapoliciales de vieja data, así como por ex-altos oficiales de las tres ramas de las FF.AA., como de la P.N., que los encabeza y dirige el siniestro miembro de la familia trujillista, los Garrido, llamado Pablo Garrido, ex general de la Aviación y miembro del grupo de canchanchanes del sociópata y borracho hijo del ex-dictador Trujillo, en cuyos medios era reconocido como asistente asiduo, este Pablo Garrido, a las orgías y carnavales privados de depravaciones que organizaba ese Ramfis Rafael Trujillo Martínez continuamente.

Pablo Garrido, a instancias de Subero Isa, ha llevado como integrante de ese mecanismo, que se desenvuelve hacia el seno de la institución y sustituye, desplegando las funciones que le corresponden, a la Suprema nominalmente nombrada como oficial e institucional, a todo un conjunto de ex-directores de los departamentos jurídicos de los servicios de inteligencia (espionaje) militar, como son los A2, J2 y G2, que operan dentro de cada rama: Fuerza Aérea, Marina de Guerra y Ejército Nacional, así como de la Policía Nacional en su Servicio Secreto y su Estado Mayor. Estos son los que reciben las instancias y expedientes a conocerse en la Suprema, elaborando las sentencias que ha de evacuar la Suprema Corte, de acuerdo con su curtimbre de elaboradores de coartadas y justificaciones a los atropellos, robos y monstruosidades que los cuerpos de las FF.AA. y la Policía Nacional perpetraban, cumpliendo designios del imperialismo y sus lacayos del patio.

Estando Jorge Subero Isa a la cabeza de una horda de delincuentes, peores que los más abyectos ladrones de las más terribles barriadas de los arrabales marginales, que no respetan ni su misma ancianidad, miembros autodesignados vitalicios en la Suprema que los que no están en condiciones de interdicción por edad y estulticia manifiesta, deberían estar presos por su historial delictivo y ser copartícipes y cómplices de todos los crímenes de la dictadura de Trujillo y de la de su continuador, Joaquín Balaguer Ricardo, o por servir fuerzas foráneas de toda índole.

Por esto y por lo que tienen de contenido y reflejan las actividades tanto internas como externas de la Suprema Corte, repetimos que ni Jorge Subero Isa, ni la totalidad de los que componen la Suprema Corte, pueden llenar los deseos y anhelos de Justicia ni contribuir siquiera en lo más mínimo a que el país y el pueblo se encaminen a tener un lejano como ansiado momento de algo que se parezca, aunque sólo fuera de refilón, a lo que ha de ser la Justicia, la Judicatura, como parte sustantiva de un Estado de Derecho.

Es que todo lo que hace, dice, piensa y toca este gitano de la peste árabe, Jorge Subero Isa, detentador de la Presidencia de la Suprema Corte por usurpación y mediante un burdo Golpe de Estado, implementado por órdenes directas de la Embajada yanqui, de la Agencia Internacional de Desarrollo (AID) y el consenso de los tres malditos corruptos partidos del sistema, los Perros de Peña Gómez y Rafael Hipólito Mejía y ahora de Miguel Vargas Maldonado; los vulgares exterminadores y ladrones del corrupto Pálido-Pelegato del disoluto Leonel Antonio Fernández Reyna, típico heredero y continuador de la más deleznable magdalena (ejemplo mitológico de lo que es la prostitución, actividad degradante y degradadora, conocida en nuestro medio con el nombre de cuerería), que es Juan Emilio Bosch Gaviño, en el campo político e ideológico, así como el corrupto amasijo de sabandijas de herederos del tirano alimaña Joaquín Balaguer, y de este mismo en vida y, de otro lado, la instigación y respaldo incondicional, en aras de sus privilegios, de connotaciones parasitarias, de la Iglesia Católica-Vaticano, que es el mayor vividor del pueblo dominicano, así como el usurpador y asesino verdugo de la soberanía estatal. Por todo esto y aún por muchas más miserias morales, Jorge Subero Isa está indefectiblemente impregnado de amoralidad, huérfano de respaldo ético, puesto que Jorge Subero Isa en sí no es un inmoral, sino el arquetipo del amoral.

De qué moral (palabra que en boca de Subero adquiere toda una connotación hueca, y que tanto repite), puede hablar Subero cuando en una de sus tantas payasadas, concurriendo al aniversario de una institución colateral y dependiente del espurio Banco Popular de Alejandro Grullón, el banquero altagraciano y ultra-católico (¡oh! ¿y cómo no?), que es Finjus, proclama que “la verdadera fuerza del Poder Judicial está en la moral de los jueces”. Cierto es que nadie sabe por qué, ante tan infame como cínica cháchara, la tierra no se hundió ahí mismo.

Pero esto no es nuevo, esto ya lo había dicho, o por lo menos con palabras similares, en un evento de Presidentes de Supremas Cortes efectuado en Venezuela en el 1999, que en muchas ocasiones hemos citado. Y esa injuria, pues en esto se convierte en boca de Subero Isa la palabra moral, que pronunciada por su boca se convierte en una atroz blasfemia transgresora de toda ética y de toda moral, Subero Isa la lleva y la trae bajo todas las formas, a cada hora, a cada día y en todas las oportunidades que tiene.

Se recordará que en meses pasados, en uno de los diarios matutinos, apareció la información de que un grupo, que no es parte de la Suprema, es quien se encarga de recibir y calificar las instancias y asuntos pertinentes a la Suprema, y que dicho conjunto de extra-jueces clandestinos, encabezados por el ex-general de la terrorífica Fuerza Aérea Dominicana, que usurpa las funciones de la Suprema y la suplanta, actuando como su conciencia, es quien sugiere la sentencia a adoptar por ese tribunal superior en cada caso.

Pero, por otra parte, se conoce y está comprobado que esos señores, en particular Pablo Garrido, que es un maniático persecutor, que gusta disfrazarse hipócritamente de civilista, como es costumbre dentro de su clan familiar ultra-trujillista, igual que el de Subero, como el de tantos miembros de la Suprema, tal vez con una rara y honrosa excepción por descubrir, por encomienda y sin encomienda de Subero Isa, hacen que se elaboren expedientes y se envíen a uno que otro de los jueces, o sobre los que ellos tienen conocimiento que unos u otros jueces los tienen en sus manos, y el grupo, un miembro de éste o Pablo Garrido, le ordenan, directa o indirectamente, que debe imponer tal o cual sentencia, violando, en consecuencia, el fuero y la convicción interna de cada tribunal, impidiendo que se efectúen y verifiquen los juicios en forma oral, pública y contradictoria, violentándose así el derecho a la defensa, contaminando y manipulando los procesos, y así, se producen sentencias tan antojadizas, que hay casos en que se condena a un acusado en forma medalaganaria, no existiendo siquiera acta de acusación, lo que delata una orden desde arriba de por medio. Esto pudo comprobarse en el Segundo Tribunal Colegiado del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional el día lunes 17 de diciembre del 2007.

O bien, la postura de Jorge Subero Isa, suscrita y firmada por todos los miembros de la Suprema Corte, en comunicado hecho público el día 11 de diciembre del 2007, que, en su definición del tipo de país que ellos quieren y por lo tanto la justicia que, a su juicio, nos corresponde, dicen: “Un sistema judicial idóneo, competente, confiable y respetable, no sólo es garantía para nuestros ciudadanos, sino para las inversiones que se realicen en el país”, lo que ha conllevado a que, en forma incalificable, a menos que se emplee para su designación una palabra de connotación peyorativa, los jueces de una Corte de Apelación, en juicio seguido contra el consorcio monopolista de computadoras Microsoft Corporation, por ésta haber allanado un lugar donde su representante legal, Jaime Angeles Pimentel, era encomendado por esa empresa de incautar los equipos que, supuestamente, operaban sin autorización del monopolio, siendo en efecto allanado, incautados todos los equipos, y aconteciendo que, contrario a lo que la empresa monopolista había presumido y conjeturado, la usuaria del sistema estaba en posesión de todas las documentaciones, por lo que, habiendo sido humillada, objeto de secuestro de sus bienes de computadoras, desacreditada ante sus clientes, los jueces, dando seguimiento a los lineamientos de Subero de ser el protector de los intereses de los monopolios en el país, excusan al monopolio por su atropello y violación de los derechos pagados y así adquiridos por los dueños de los equipos secuestrados, aún en posesión de todos los documentos que avalan su legalidad, se niegan a emitir condena y rechazan todo derecho a indemnización de la parte perjudicada y atropellada por el consorcio monopolista de computadoras o inversionistas extranjeros, Microsoft Corporation.

Es claro que la bizarra tesis de la banda gangsteril de Subero, respecto a que su misión es ser el protector de los monopolios en su depredación del país y su expoliación de los dominicanos, da pie a estos abusos monstruosos y a muchos otros más.

Pero también esa sumisión genuflexa, impostura que niega el postulado vital del derecho democrático de que la ley es igual para todos y que todos somos iguales ante la ley, del gitano de la peste árabe que detenta, inconstitucional, ilegal e ilegítimamente, la Presidencia de la Suprema, auto-proclamándose vitalicio y llevando ya más de 10 años en el cargo, está conllevando a que gentes como el gángster internacional Gustavo Cisneros y otro de la mafia italiana nombrado como Ricardo Valladares, así como Celso Eugenio Santiago e Inversiones Italo Tropicales, se coloquen por encima de los jueces de los tribunales de primera instancia y cortes de apelación, negándose reiteradamente a asistir en persona ante dichos jueces y rechazando tener que presentarse personalmente ante los tribunales, como está sucediendo en y con la Corte de Apelación de San Pedro de Macorís, en una causa que le siguen los miembros de una acaudalada familia árabe de vieja data en la región, por haberle, la banda de Cisneros y Valladares, robado extensas propiedades de tierra, que esos pretenden acreditar como suyas, amparados en la prostitución infame que tiene montada y oficializada ese gitano, corrupto y gángster amoral que es Jorge Subero Isa desde la Suprema Corte e irradiada en forma ignominiosa hacia todos los tribunales y áreas de la Judicatura.

 

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