Todo luce que Leonel Antonio Reyna hace un compás para nueva oleada en su baño de sangre al pueblo

 

La ocurrencia de sucesos financieros tan sonoros como atropellados, que confluyen a formar lo que se ha definido como la pericia mágica y la supuesta condición de mago del conocido inepto y disoluto Leonel Antonio Reyna, cabecilla del actual desastre gubernamental, al fin y al cabo es lo que ha servido para dar crédito de verdadero a lo de que, en sus "soluciones", tienen un peso crucial las actividades de lavado y del narcotráfico, con las cuales, es un hecho innegable que está involucrado por muchas y distintas vías, formas y casos, como el de la red de lavado y tráfico de Figueroa Agosto, del que Leonel Antonio Reyna es el protector de los involucrados presos y que no han podido asesinar para que no testifiquen, al igual que el de Atiemar (Arturo Del Tiempo Marqués y sus torres), como en el papel estelar del uso de los terrenos cañeros del CEA, en el Este del país, para el lanzamiento de cargamentos de estupefacientes, en lo que el cabecilla principal es su hombre de confianza Crispín, el orangután de los bigotes copiosos que siempre lo acompaña y que es Sub-Jefe del DNI, y del que Francisco Matos, el delincuente del CEA, no es más que su pelele.

Ya a nadie seducen las hipócritas poses de un falso sentido patriotero de que, cuando se pone el dedo en esa sensible área de la práctica político-financiera oficial, y funcionarios norteamericanos, o de cualquier otro país, lo corroboran, se maquillan disfrazándose de patriotas, con lo que hacen de hecho acreditar la acusación generalizada en contra del antinacional, inescrupuloso gobierno con sus procedimientos del hampa del bajo mundo, los que aplica en todas las vertientes del quehacer público del Estado, como está ocurriendo ahora mismo con las declaraciones del Encargado de Negocios de la Embajada norteamericana en el país, que vienen a respaldar lo del papel estelar del torrente de millones de dólares del narcotráfico que llegan al gobierno de Leonel Antonio Reyna para su lavado, y que son empleados para sostén de la aparente estabilidad macroeconómica, que se expresa en la tasa de cambio del peso dominicano con monedas extranjeras como el dólar o el euro, por ejemplo. Y de ahí, convertirse en sostén de la economía en general, a escala de la macroeconomía nacional.

Carlos Morales Troncoso (agente yanqui de vieja data), el asqueroso amoral Vincho Castillo (rata trujillista incondicional del imperialismo yanqui), el descalificado Franklin Almeyda Rancier, como el mayordomo casero que hace de chopo enganchado como Procurador General de la República, salen a esgrimir como alegato, en pretendida defensa de su inicuo régimen, que los EE.UU. no están exentos de responsabilidad de todo cuanto concierne al narco y al lavado, y alegan así, en aras de la demagogia politiquera gubernamental, particularmente en asuntos presupuestarios; es claro que están admitiendo de hecho la práctica de lavado y narcotráfico de que se les incrimina, esto es, del uso de los recursos del lavado y el narcotráfico, por parte de Leonel Antonio Reyna.

Es como parte de su interés en encubrir esas sucias actividades gubernamentales, que articulan el escándalo de la ola de préstamos que tiene aterrorizados a los distintos sectores sociales y económicos del país, con una deuda externa de más de 22 mil millones de dólares, y aumentando.

Anunciando obras sin tener recursos a mano, adoptando medidas que obstruyen el buen curso de las actividades económicas normales, como son lo de la flotación en el mercado del precio de los combustibles, al igual que el cobro del ITEBIS por anticipado al sector empresarial, vía el ordeñadero que es la Dirección de Aduanas, y el crecimiento indetenible del gasto corriente de la misma administración, con sus prácticas de botellas, derroches, fastuosidad y otras indolencias muy características del pelegatismo palidista que configura la ideología de los farsantes boschistas.

No obstante, junto a la carrera de concertación de nuevos préstamos en dólares, entre los que se ha de contabilizar la emisión de bonos soberanos a plazos concretos para ser pagados en determinada fecha, ya están saliendo a la luz pública los otros sucios manejos del Ministro de Hacienda, de borrar partidas millonarias de la cuenta de gastos y deudas para así ocultar el déficit fiscal, que en cada mes es de cerca de 10 mil millones de pesos.

Todo ese nervioso e imprudente comportamiento económico-financiero de los disolutos en el Poder, lleva a la convicción de que su estratagema es crear líos y más líos que, con los consiguientes tranques e inevitables y subsiguientes escándalos puedan, con Leonel Antonio Reyna a la cabeza, generar un ambiente generalizado de confusión, en medio del cual poder ocultar los mecanismos específicos de cómo les abren las puertas a los recursos del narcotráfico y lavado, de lo que su amor de último momento por Haití, es probable que entre como parte de esta deleznable estrategia del podrido régimen paranarco-terrorista que preside su honorabilísimo Presidente don Leonel Antonio Reyna, representante de los peores crápulas. Esto es, están empeñados en ocultar los mecanismos de que disponen para ser un para-narcoterrorista gobierno.

 

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