Hipólito Mejía representa una corriente que está más pero mucho más hacia la derecha que Leonel Fernández, Balaguer y todo el PRD

-Una definición tan heterogénea que lo define de cara al 2000 como la ñeca de Gurabo-

-Busca pactar impunidad con corrupción leonelista-

Si el PRD comete el error de escoger a Hipólito Mejía como su candidato para el 2000, habrá dado el paso más absurdo de su historia y terminará cerrándose él mismo el ataúd en que será enterrado junto con el siglo XX.

De Hipólito Mejía se habló como el Guapo de Gurabo cuando pretendió, como un mulo lanza coces a diestra y siniestra, contrarrestar toda crítica al festival de palos a ciegas que fuera el gobierno de 1978 en beneficio exclusivo del clan familiar y el entorno gubernamental de entonces de la administración Guzmán Fernández y Cía.

Se podría creer que lo hacía por falta de madurez y en una hora en que se tenía el convencimiento de que cualquier cosa era mejor que Balaguer. Esto es 1978-82.

Pero ahora, en el 1999, es otra cosa.

Hipólito Mejía es un derechista consumado estructurado como neoliberal, católico confesional, con vínculos indisolubles que lo hacen un lacayo fondomonetarista, bancomundialista y bidista a la vez. Hacia el interior del PRD se ha dedicado a crear y hacerse de ese espacio, y de seguro que tendrá buenos padrinos en su empresa.

Pero hacia la población se le ha de estar viendo desde ya como todo buen peñagomista en su faceta de lacayo servil, practicando en toda la magnitud concebible la traición y la doblez, como es la de entenderse con el gobierno de Leonel Fernández, hasta el punto de haber establecido con éste acuerdos formales para garantizarle la impunidad de resultar electo para el 2000-2004.

Sus seguidores hicieron pactos de alianza en las pasadas elecciones de la AMD en la región del Cibao en más de una localidad provincial, si no en todas en las que pudieron hacer alianza.

Y el agente yanqui que es Guido Gómez Mazara, que como hijo de gato y gata, caza ratón, no cabe la menor duda está trabajando para el fortalecimiento de esos acuerdos entre Hipólito Mejía y el gobierno Pálido de Leonel Fernández, que en lo inmediato contempla dentro de la carrera por la candidatura perredeísta, favorecer con todo tipo de recursos y facilidades a Hipólito Mejía en contra de los otros candidatos.

De hecho Hipólito Mejía ya amenazó con que si pierde la candidatura se va del PRD.