EN LICEO JUAN PABLO DUARTE VIOLAN DERECHO CONSTITUCIONAL A LA EDUCACION

Por espíritu inquisitorial y actitud cavernaria en Liceo Juan Pablo Duarte Director y grupo de profesores efectúa campaña persecución ideológica violando derecho educación a jóvenes no aceptan superchería religiosa y se inclinan por el materialismo y la ciencia

Niéganle el derecho a inscripción nuevo año escolar

No juzgan estudiante por su aprendizaje de las ciencias exactas, sino por espíritu de sumisión y cobardía

El Director de la Escuela Normal (pública) Juan Pablo Duarte, Prof. José Rivera, junto a sub-directores del plantel en su tanda de la mañana, encabezando a una recua de profesores adictos a sus primitivos métodos que desconocen y pisotean los procedimientos de la enseñanza y los derechos constitucionales, acordes con los derechos a la educación y la enseñanza pública modernos bajo la libertad de creencia y de convicciones ideológicas y políticas, se han lanzado a una feroz campaña de franca persecución ideológica y política contra los jóvenes que se inclinan por ideas de carácter materialista y ateo, así como vinculados a actitudes de rechazo al padrinazgo de las escuelas y a las imposiciones de ideas religiosas de carácter semi-primitivo o semi-salvaje, opuestas a la ciencia y a la experimentación científica.

La dirección de la escuela, así como el profesorado, está plagado por agentes de los servicios de inteligencia y asimilados de la P.N. y las FF.AA., lo que les inhabilita por todo tipo de razones, desde la ética hasta las de carácter pedagógico-didáctico, así como desconocimiento psicológico persuasivo para el manejo con adolescentes, sobre todo, cuando éstos se resisten al acatamiento de sus procedimientos caracterizados por la rigidez, como si fuesen cuarteles y los estudiantes mercenarios alistados, y de ahí tratos colindantes con el medioevo, matizados por el predominio de las bagatelas seudoeducativas

Ya en anteriores ocasiones habíamos advertido de la situación. Pero ahora como en el país ha sido entronizado por el gobierno y la Iglesia Católica la ley de la arbitrariedad, así como de la implacable ley de las ejecuciones y los gatillos alegres policiales, y se ha llegado incluso a la aprobación de la salvajada inconstitucional y nula de pleno derecho por ser opuesta al Art. No. 8 de la Constitución, de la obligatoriedad de la lectura de ese amasijo de supercherías y estupideces oscurantistas represivas, contrario a la ciencia y al progreso histórico, por vía de la cultura y la experimentación científica que se llama La Biblia.

Con todo espíritu retardatario se ha querido forzar a que los jóvenes que se proclaman ateos y contrapuestos a toda idea supersticiosa, elaboren seminarios en torno a absurdos supersticiosos como "El euro y la profesía de la bestia"; "visitar al Cardenal López Rodríguez y elaborar un seminario de la misma"; "visitar el domingo la iglesia (templo jesuita) de La Feria (o sea, ir a misa) y transcribir la experiencia con el anexo de la firma del sacerdote oficiante" y cosas por el estilo. ¿Qué es todo esto?

El Director junto a sus subalternos administrativos, vinculados como alistados o asimilados de las FF.AA. o de la Policía que están bajo la férula inquisitorial del Vicariato Castrense y la Capellanía, propician no sólo todo ese tipo de creencias y prácticas malsanas irrespetando la libertad ideológica y de creencia de los ciudadanos, acosándolos con las perversas creencias de "hay que creer en dios", "gracias a dios" y todas esas salvajadas que hieren y ofenden a toda persona decente y respetuosa de la ciencia y la cultura.

La Secretaría de Educación está en el deber y la obligación de tomar cartas en el asunto y frenar la involución que se manifiesta en los centros de enseñanza pública, poniéndole freno a la presencia de asimilados y alistados como profesores y directores de escuelas, pues si de algo requiere la enseñanza para ser fructífera es de un ambiente de libertad y de apego por las verdades libres de la cultura sin ataduras inquisitoriales y sin personajes contrapuestos por sus funciones coercitivas sobre la sociedad en el digno papel de profesor, pues simple y llanamente sólo logran envilecerlo y convertirlo en burdo instrumento del oscurantismo y la represión criminal contra los derechos y conquistas democráticos, como es patente que se practica en el Liceo Juan Pablo Duarte en su tanda matutina.