Grupo de Rosado y Reyna junto a lo peor profesorado urden tramas y provocaciones para acabar hundir UASD

E l grupo del actual rector Rosado y del vice-rector "académico" Roberto Reyna representan lo más pernicioso e incapaz de las tantas facciones universitarias, puesto que el mismo corresponde justamente a los intereses del perverso e inepto mercenario Roberto Santana, ya desenmascarado como un agente de las FF.AA. y la Policía Nacional, además de servir los intereses políticos más retardatarios e inescrupulosos existentes en el país.

Ese grupo aboga por la privatización a toda costa de la UASD y por el desconocimiento de todas y cada una de las conquistas que aún superviven del histórico movimiento de la reforma universitaria y de la democratización de la enseñanza.

Como parte del grupo de Roberto Santana, el rector Rosado, junto a Roberto Reyna, su misión es crear todos los disturbios y urdir cuantas intrigas estén a su alcance con tal de acentuar la crisis universitaria en estrecha y directa colaboración con los que desde hace décadas anhelan la caída final de la UASD.

El clan que actualmente dirige la UASD ha nombrado un cuerpo de supuestos asesores de la rectoría, entre los que están Roberto Santana y Adón Martín, con sueldos individuales de 30 mil pesos, cifra esta que multiplicada por 10, hace crecer el gasto de la UASD en cerca de 1/3 de millón mensual, sólo para mantener estos parásitos incalificables entre los que sobresale el mercenario Roberto Santana. Y aún así estos señores Rosado y Reyna se atreven a salir hablando de las botellas y demás cosas inaceptables y contrapuestas a la buena marcha de la UASD.

A la vez, declaran, con fines de escandalizar y en componenda con la sobornada prensa amarilla, vendida al gobierno y a los privatizadores, que la UASD está en manos de grupos políticos, como si el de Roberto Santana y su mercenarismo como plataforma, no representara los intereses políticos de los partidos Reformista y PLD.

Cualquier persona sensata percibe con suma facilidad que el objetivo de los que en este momento se empecinan en acrecentar los males y conflictos hacia el seno de la UASD, andan buscando objetivos ulteriores, contrapuestos a que la juventud tenga acceso a la educación superior y, para ello, tratan de que la UASD sea privatizada como es una exigencia de los que imponen al país las recetas neoliberales con sus correspondientes consecuencias de incremento de la pobreza y de la marginación de la juventud de la educación superior universitaria, quedando esta como un privilegio del que sólo podrá disfrutar la juventud de las clases pudientes.

Por su parte, hay sectores del profesorado universitario que desde que se iniciara en las actividades docentes, antes de la crisis última, sólo hicieron entrar a las aulas para empezar a provocar e insultar a todos los estudiantes y, al parecer, lo hacen en coordinación con un plan de provocaciones previo.

Tal es el caso, por ejemplo, de Bolívar Batista del Villar quien, tan pronto se presentó en el aula, lanzó todo tipo de insultos y consideraciones inaceptables contra el estudiantado. Pero mayor sería la sorpresa cuando los estudiantes que tuvieron la dignidad de solicitarle respeto, y ante su persistencia en las malsanas prácticas, terminó por generarse discusiones en las que Bolívar Batista del Villar no tuvo reparo en insultar aún más, comparando a los estudiantes con perros y cosas por el estilo.

Al recurrir parte de los estudiantes al Departamento de Economía quedó en claro que el interés del Director del Departamento, Héctor Romero, como de los coordinadores, Nicolás Jiménez, Nelson Peña y José Pérez Labour, era en realidad incentivar el conflicto, propiciando no sólo el desconocimiento brutal de los derechos de los estudiantes, sino propiciando salidas opuestas total y absolutamente tanto a los estudiantes como a los Estatutos.

No cabe la menor duda de que la huelga misma efectuada por los profesores, aunque les asistía el pleno derecho de reclamar sus salarios, el irse a huelga de manera tan precipitada hace sospechar que el interés de gran parte de los instigadores era incentivar la crisis en estrecha coordinación con el grupo y la conspiración de Rosado, Reyna, Roberto Santana y tantos descalificados morales para dirigir los destinos y el buen funcionamiento de la UASD.