He aquí la identidad en objetivos y métodos del PRD, PRSC y PLD

En la trama secreta se acordó acentuar la función especial de cada uno de los instrumentos de las clases explotadoras para cumplir los objetivos del presente plan táctico contra las masas

L o que hace a los tres partidos del diálogo iguales entre sí no son sólo sus palabras, sino, ante todo, la plataforma real que es común a los tres, y cuya piedra angular de sostenimiento no es otra que el interés y la disposición de voluntad común entre ellos y cada uno de ellos por separado de servir a los grupos y clases o estamentos económico-sociales explotadores, cuyo gran componente es de carácter monopolista y extranjero, particularmente norteamericano, y que se sustentan y nutren de la explotación y opresión del pueblo trabajador.

La opresión y explotación de las masas populares como blanco y meta del PRD, PRSC y PLD, sirviéndoles los tres, en cambio, a los capitalistas de los que políticamente son sus mercenarios, es lo que los identifica y los convierte 3 en 1. Este es el diálogo.

Los otros instrumentos de las clases explotadoras y de los Estados Unidos son ya, propiamente, el Estado con sus órganos y su administración como partes esenciales, así como la Iglesia y su alta jerarquía manipulando, a su vez, todos sus estamentos inferiores. Pero además, la prensa amarilla escrita, radial y televisada ha sido alineada, mediante el soborno y compra de cada uno de esos órganos de propaganda y de todo su personal.

Las directrices propagandísticas e ideológicas para secundar los hechos prácticos de la trama de los tres partidos contra el pueblo son: Se debe crear la histeria del pánico y el temor en la población, colocando a la delincuencia barrial y aislada como el enemigo principal y causante de todo el desasosiego general, cuyas raíces y causas reales son la globalización y el neoliberalismo. Esto lo hacen celebrar, justificar y alentar las transgresiones a todos los derechos democráticos y humanos, así como las ejecuciones, fusilamientos y aplicación de la pena de muerte contra rufianes y rateros de poca monta. Con esto se ha creado un circo que celebran todos aquellos mencionados.

En tanto se pretende fundamentar y justificar la "legalización" de hecho de la oleada de acciones violatorias de la legalidad.

Pero también se implementa como cuestión de fondo la privatización y el despojo de las propiedades del Estado en su connotación nacional, que son entregadas como vaca muerta a manos de sectores privados internacionales (monopolios extranjeros) y a lacayos y siervos de éstos. La privatización de éstas, así como de los servicios públicos como la electricidad, el agua, el transporte, el de los hospitales y, en particular, el de la educación pública, obligación de la que el actual gobierno y sus genuflexos funcionarios se jactan de haber colocado en manos hasta de sectores anti-nacionales, habrá -dicha privatización- de acarrear confrontaciones violentas entre las masas populares y los gobiernos neoliberales encabécenlo el PLD, el PRSC o el PRD, tengan o no el bautismo de la Iglesia Católica y cuenten o no con el respaldo represivo de las FF. AA. Y la P.N.

El objetivo seguro es aunar a aquellos tres partidos para, en base al silencio, el apoyo y la justificación a la represión y el crimen contra la gente, la violación de las leyes y derechos constitucionales, la violación y desconocimiento de todos los derechos humanos, así como de las libertades públicas y, ante el incremento descomunal de la miseria, el hambre y la pobreza, llegar a la implementación formal cuanto antes de un Estado de Sitio de facto, es decir, de hecho, con antelación a que la población perciba y haga una conciencia clara de las consecuencias devastadoras que para ellas han acarreado las privatizaciones, no sea cosa, según quieren prever esos tres partidos, que las masas reaccionen a tiempo

En una primera instancia o nivel presente la táctica o estratagema empleada por los círculos del diálogo y los acuerdos ha sido recurrir a crear el pánico colectivo mediante el uso de la prensa amarilla, resaltando sus connotaciones sensacionalistas dándole carácter de situación apocalíptica a la ocurrencia de los crímenes comunes, corrientes y naturales que acaecen desde largo tiempo en esta podrida sociedad capitalista degradada tanto por la pobreza material, como por las miserias espirituales emanadas del rámpano de la ignorancia y el peso de lo religioso oscurantista que como llaga purulenta y hedionda cubren y envuelven a toda la sociedad dominicana de la cabeza a los pies, por el frente, por detrás y por los dos flancos.

Aplicando el recurso de los demagogos y manipuladores de la ingenuidad ciudadana, sin escrúpulos, la prensa amarilla ha puesto en juego su condición de instrumento prostituido y venal, llegando a abusar de la confianza que por la traición de los grupos oportunistas pequeño burgueses las masas habían equivocadamente alimentado alrededor de esa prensa corrompida y mercenaria, y esta prensa amarilla en vez de cerrar filas al lado de la defensa de las conquistas democráticas y de la legalidad y constitucionalidad en que se supone debe descansar un Estado de Derecho, esa prensa amarilla se ha erigido en la atalaya de la justificación y promoción del desconocimiento y violación de todos los derechos constitucionales y de toda norma legal en que deben amparar sus actuaciones los funcionarios civiles, militares y policiales así como las instituciones civiles o militares que dirigen.

Esos acuerdos secretos, que se pueden calificar de horrorosos y horripilantes, tienen como garantía de su aplicación al gobierno y a la alta jerarquía de la Iglesia Católica, que son los que manejan con absoluto control a todas las instituciones y órganos represivos y burocráticos del Estado, igual que los de la Justicia y los educativos.

Entre esos acuerdos se destaca el plan de carnicería que viene llevando a cabo la Policía Nacional y sectores de las Fuerzas Armadas contra la población, aduciendo que hay un incremento de la delincuencia, cuando en verdad los niveles actuales de la delincuencia en el seno de la población son los mismos niveles de los últimos diez años o siguen una tasa de crecimiento proporcional a la de décadas anteriores y, destacándose que los actos más resonantes de carácter delictivo tienen la característica de que en ellos están envueltos, directa y/o indirectamente, grandes jerarcas militares y policiales, así como funcionarios o gente perteneciente a la clase explotadora y dominante en este país, o si no que bailan su música.

Cabe la pregunta ¿cuál es el fin y objetivo últimos de los procedimientos violatorios flagrantes del Estado de Derecho? Nadie puede pretender alegar ignorancia de que estos procedimientos con su carácter de violatorios del Estado de Derecho tienen el marcado matiz de ser fríamente calculados y que apuntan a ser perpetuos y para siempre, con vistas a ser ampliados y reforzados cada vez más.

Muchos de esos actos escandalosos de delincuencia son perpetrados por órdenes dadas a elementos lúmpenes, reconocidos tradicionalmente como vinculados a los organismos paramilitares y parapoliciales, y son de los tantos que emplean éstos en sus acciones cotidianas, es decir, nos referimos tanto a la Policía Nacional como a las Fuerza Armadas. Esto es muy notorio y de fácil comprobación en el caso de los fichados fusilados, por ejemplo.