Los hechos demuestran una vez más

Que lo de Peña Gómez como ideólogo era un puro fraude

Supuesto partido policlasista una chapucería propia de lumpen agente de la burguesía traidora

Tradicionalmente en el país se ha oído la teoría de que los partidos políticos como el PRD no representan los intereses de la burguesía ni de los explotadores en general.

Recordemos, como, por ejemplo, Juan Bosch, antes de renunciar al PRD y admitir que ese partido no era más que un montón de inmundicias, se jactaba de hablar todos los días por la radio formulando absurdas teorías respecto de que no se trataba de un partido de la burguesía sino de un partido policlasista, pretendiendo así negar la justa y científica teoría sobre los partidos políticos formulada por los clásicos del marxismo, en particular, por Vladimir Ilich, Lenin.

Los partidos políticos, en realidad, representan y encarnan los intereses de las diferentes clases.

El PRD nunca ha sido un partido policlasista; la tal ideúcha del partido policlasista constituye una estratagema o una engañifa para, de esa manera, subyugar a las masas y pretender que éstas crean que son iguales a sus amos y verdugos en el seno de tales partidos de la burguesía lacaya.

En tal sentido, es patente como el PRD, que ha sido vendido bajo el epígrafe de un partido político policlasista es, en realidad, un partido político al servicio de determinados estamentos de la burguesía entreguista y antinacional. Para confirmarlo, veamos la historia.

Su presidente Antonio Guzmán no encarnó más que los intereses de los terratenientes, en particular de los terratenientes aburguesados, aún más, supeditado directamente a la Iglesia Católica, que es la que representa las posiciones más recalcitrantemente oscurantistas y retardatarias en todo el ámbito nacional.

Su hija Sonia Guzmán así lo testifica. Nunca ha sido más que una empleadilla del consorcio universitario de la Iglesia Católica, llamado Ucamaima. El esposo de ésta, que fuera acusado una y otra vez de practicar en gran escala una megacorrupción desde el gobierno de Guzmán, también no ha sido otra cosa que un empleadillo de Agripino Nuñez Collado, el magnate que administra la Universidad Católica Madre y Maestra.

Salvador Jorge Blanco no fue más que un abogado de los grandes emporios capitalistas vinculados a los monopolios internacionales, como de la Phillips Morris, de los Brugal, de los Bermúdez, Barceló y los demás.

En tal sentido, el gobierno de Hipólito Mejía no representa la excepción.

El gobierno de Hipólito Mejía encarna los intereses de las agencias internacionales de los monopolios norteamericanos y de la burguesía lacaya de éstos en el escenario nacional, a la vez que actúa como un mercenario de las altas instancias católicas, corroborando así el carácter teocrático del Estado "Dominicano".

El mismo Hipólito Mejía, que no era más que un pelagatos que apenas estudiaba con una beca que le dieron los curas por sus vínculos con ésta, una vez fuera apadrinado o bautizado por el tirano Rafael Leonidas Trujillo, luego de ajusticiado éste se vinculó a la representación del funesto Furadan y otros productos criminales para la ecología elaborados por el capital internacional.

En ese sentido, como lacayo de los monopolios internacionales, y bajo el padrinazgo de la Iglesia Católica, como él mismo dijera en noviembre del año 1999 en una visita que hiciera a Higüey, desde entonces se encuentra vinculado íntimamente a la globalización y, por tanto, a la explotación internacional por parte de los monopolios mundiales contra los pueblos del Caribe.

A raíz de la muerte del carnicero general del gobierno de los 12 años de Balaguer, Beauchamps Javier, Hipólito -El Bruto- Mejía se jactó destacando que desde el año 1963 había sido socio, una y otra vez, del carnicero Beauchamps Javier.

Como se puede ver, no hay excepción en la regla. El Partido Revolucionario Dominicano, a pesar de tener en su seno o de ser seguido por inmensas multitudes provenientes de los estratos más humildes y más explotados, no deja por eso de ser un partido nítidamente de la burguesía y de los explotadores y está vinculado en cuerpo y alma a los intereses más reac-cionarios, anti-populares y antinacionales.

Otro tanto acontece con el Partido Reformista Social Cristiano y con el mismo PLD.

La tesis marxista de que las masas se dividen en clases, las clases están representadas por partidos políticos y éstos dirigidos por los hombres más firmes y estables representantes de los intereses de las respectivas clases, es una ley que nada ni nadie puede refutar con bases ni argumentos honestos ni serios.

Así, una y otra vez, con el gobierno de Hipólito -El Bruto- Mejía, queda deshecha y pulverizada la teoría de que el PRD es un partido policlasista, cuando en realidad no es más que un partido de los explotadores.

Desde el Partido Comunista de la República Dominicana nosotros hemos sabido pulverizar todas y cada una de estas teoricuchas que sólo pretenden mantener engatusadas a las masas para que sigan sacándole del pozo el agua a los diferentes círculos de la burguesía y poder ésta prolongar su odioso sistema.

Las masas populares solamente tienen un camino, que es el camino de la lucha. Ningún partido de la burguesía puede representar los intereses de las masas explotadas y oprimidas.

Sólo la lucha, sólo el Partido Comunista de la República Dominicana basado en el socialismo científico y bajo la bandera de la revolución, como única redención de las masas explotadas, puede representar cabalmente los intereses de las masas populares contra los explotadores y sus partidos de canallas.