Gobierno Rafael Hipólito Mejía, Soto Jiménez, Báez Figueroa (Baninter) no convencen ni convencerán a nadie

La gente los cree a todos involucrados, igual o más que el rufián Pepe Goico

 

Será simple y llanamente imposible para Rafael Hipólito Mejía, para Soto Jiménez y Báez Figueroa, aún cuando tengan de su parte la complicidad de toda la prensa amarilla de las distintas bandas de saqueadores y con todas sus legiones de mercenarios cagatinta que se dicen periodistas, no podrán hacer que la gente decente del país crea que todos ellos, sin excepción, están fuera de las actividades en que admiten están involucrados con carácter fraudulento y delictivo el grupo del coronel Pepe Goico, principal guardaespaldas militar del señor Rafael Hipólito Mejía, y que tenía su centro de operaciones en el mismo Palacio Nacional.

La idea que se ha formado la gente, reforzada por ese juez inequívoco que es la experiencia repetida en tales casos, es que los Pepe Goico y sus secuaces sólo actúan como elemento integrante de una maquinaria que opera sistemáticamente con un engranaje que, bajando desde la cúspide superior del Estado-Gobierno, se irradia por todos los demás centros y áreas de mando, abarcando Poder Ejecutivo, mandos militares y policiales, Poder Legislativo, Judicial y administrativo del Estado-Gobierno, con la bendición de la Iglesia Católica.

Esa misma experiencia es la que ha enseñado, a través de los hechos para conformar un duro y penoso aprendizaje histórico, que cuando los politiqueros, ya sea desde sus respectivos partidos políticos, como el PRD o el PLD y ni qué decir del PRSC, hablan de pactar, aliarse o aprender de Balaguer y de sus enseñanzas; que pregonan y exhortan a estudiarlas para saber seguirlas al pie de la letra para proseguir el curso de su carrera, a la que sin rubor ni escrúpulos llaman exitosa, pero que en verdad sólo fue delictiva y degradada en sus más altas connotaciones, lo que están es proclamando, aceptando e incorporándose como parte activa y protagonista de las actividades de esa maquinaria delictiva y antinacional, con las que ahora se evidencian los Pepe Goico y su banda, que parece les llegó la hora de ser sacrificados para los otros declararse con las "manos limpias" y plenamente "satisfechos".

El empecinamiento mismo de Rafael Hipólito Mejía y de Soto Jiménez, así como de Vincho Castillo, de que lo de Pepe Goico es un hecho fortuito y aislado, sólo sirve para desenmascararlos en su nefasta postura, a la vez que para ponernos sobre alerta frente a ellos.

Si no fuera así, los detalles de la información que en cintas grabadas círculos militares han puesto a correr, y que sabemos le fueron entregadas al agente mercenario de la prensa amarilla César Medina, del canal 9 (Color Visión), se hicieran públicas en todos sus detalles.

La población reclama información completa sin manipulación.

Y las amenazas de Soto Jiménez contra todos los que decimos que una vez más se enloda la muy maltrecha y destartalada e irreparable imagen de las FF.AA. y del gobierno de Rafael Hipólito Mejía, sólo estimulan el que sea más firme y decidida la exigencia de que se esclarezcan y se informen cabalmente los hechos a la población de manera pública y sin manipulación; en caso contrario, todo el mundo tiene absoluto derecho de decir y pensar lo que le venga en gana.

 

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