Dizque el dólar baja, pero no aparece y todos los productos de consumo popular son cada vez más caros

 

Directamente el pueblo y su gente no compra dólares ni en dólares, por lo que tampoco cobra en dólares, sino en pesos.

Y lo de la tasa del dólar, que es un asunto del mercado de dicha moneda, al pueblo y a su gente sólo le compete de forma indirecta en tanto su aumento, el de la llamada tasa del dólar, conlleva un alza directa, a su vez, en los precios de los artículos y mercancías que el pueblo y su gente están obligados a comprar para vivir.

De ahí que lo de que la prima o tasa del dólar está bajando desde el viernes 6 y que a la fecha se encuentre a 20 ó 21 por un peso dominicano, resulta algo así como un puro disparate, una gran mentira y un monstruoso engaño ya que, precisamente, el lunes 9 los artículos de consumo del pueblo sufrieron un alza en sus precios de hasta un 73%, como ha sucedido con el aceite de maní, y un 43% el aceite de soya. Lo mismo ha sucedido con todos y cada uno de los artículos de consumo masivo.

En tanto, por ejemplo, el huevo pasó a venderse al precio de RD$2.00 por unidad, sobre los RD$1.50 a que anteriormente se vendía al pueblo consumidor.

La lista de precios imperante que recoge las alzas es un contundente tapa boca a los que hablan a través de la prensa, la radio y la televisión, así como desde gabinetes y despachos con aires acondicionados, de que la prima del dólar ha bajado por iniciativa de Rafael Hipólito Mejía y su mentado acuerdo con los representantes de los bancos y sus organizaciones patronales, como CONEP, ANE, etc.

Eso podría ser al final pura demagogia barata y hasta de mal gusto. La realidad para ese pueblo que sufre y padece cada vez más hambre, es a lo que tiene que enfrentarse cuando va a comprar a la pulpería, al almacén, al supermercado o a la tienda, o tiene que ir a la farmacia a comprar medicinas.

Así, la voz fuerte de los números le dice a la gente que los precios de los artículos a comprar están cada vez más altos, y si estos precios han subido por el aumento de la prima del dólar, ¿cómo pregonan los verdugos del sistema que la prima del dólar está bajando y que ya está bajo control? Es evidente que algo podrido se está cocinando; en todo esto hay olores fétidos e inconfundiblemente pestilentes.

 

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