RHM-PRD-banqueros Conep y Ane imponen fórmula de:

Quijá quieta para el pueblo

La gente se levanta o muere de hambre y miseria

 

Una vez que Rafael Hipólito Mejía y sus huestes de bancarios y de seudo empresarios creados a la sombra de la depredación del Estado, hoy en quiebra por obra y gracia de sus mismas acciones, han llevado al país y al pueblo dominicano hasta el fondo del hoyo del neoliberalismo en que lo metieron Salvador Jorge Blanco-PRD (1982-1986) y Leonel Fernández y el PLD, han dado el genial paso de inventarse como fórmula salvadora ante este atolladero, cocerle la boca y el estómago a la gente del pueblo dejándole abiertos los otros hoyos para que puedan, mientras tanto, por lo menos respirar, transpirar y oír.

La desmonetización de casi todos los pesos dominicanos que circulaban, con tal de controlar la tasa del dólar que alcanzó los límites del 26x1, es una manera de casi obligar al pueblo a morirse de inanición y pone de realce no solamente el grado de indolencia del neoliberalismo y los grupos que lo sustentan, encabezados por Rafael Hipólito Mejía y sus banqueros parasitarios, sino la incapacidad de dicho sistema capitalista de explotación para dar solución estable y garantizada a los problemas vitales de la población.

Los bancos no pueden prestar si no es al 50%.

Los bancos deben reducir sus actividades y su circulante, incluidos los de ahorros y préstamos.

Las importaciones, después que se ha creado en el país una total dependencia de tales importaciones, deben reducirse.

De ahí que se le imponga por decreto un 10% más de impuesto, sin siquiera ser aprobado por el Congreso, lo cual es inconstitucional

Ya hay una quiebra generalizada en todos los pequeños y medianos comercios; ya está paralizada casi totalmente el área de la construcción; igual sucede con los negocios de vehículos de motor; el costo de producción en el campo, sin contabilizar el alza hasta el 50% del interés de los préstamos, ha alcanzado un alza de un 45%; las transacciones comerciales hay áreas que se han reducido hasta en un 70%.

No cabe pues, la menor duda de que la medicina dispuesta por Rafael Hipólito Mejía y sus banqueros parte del convencimiento de que la gente debe, simple y llanamente, dejarse morir.

Siendo así, la preocupación del gobierno de Rafael Hipólito Mejía y sus banqueros no es otra que matar al paciente, no darle medicina para que recupere la salud.

 

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