Podrían negociar con chantajes vínculos de Peña Gómez con el narco pero no borrar las evidencias de su condición comprobada de agente de la CIA y Departamento de Estado yanqui

 

La cuestión de hasta qué punto podría ser manipulada la comprobada vinculación de José Francisco Peña Gómez con el narcotráfico y el financiamiento de sus actividades contrarrevolucionarias, antidominicanas y antisocialistas, lo que se resume en la expresión "¡contra el pueblo dominicano!", presenta la dificultad, por un lado, de que sólo con muchos millones de dólares (pero muchos) y una campaña de extorsión, presión y chantajes bien orquestada podrían lograr mediatizar lo de los vínculos con el narcotráfico, pero ni con todos los millones del mundo, por el otro lado, lograrán eliminar las evidencias sistematizadas y comprobadas por el jurado y el juez que conocieron el caso desde el 1997, que corroboran y testimonian que Peña Gómez era espía en República Dominicana y en la Internacional Socialista al servicio de la CIA, el Departamento de Estado yanqui, de su Embajada en República Dominicana, así como agente de la Agencia Internacional de Desarrollo (AID) y colaborador de todos los planes de los gobiernos de Estados Unidos de América. Esta parte es simple y llanamente irreversible. Peña Gómez es un agente.

Los agentes de todas las parcelas políticas y esferas de actividades, como los periodistas mercenarios de la prensa amarilla que abundan, escaseando en cambio las excepcionales excepciones -esta redundancia es deliberada y a posta- han querido socorrer la maltrecha y desenmascarada figura de agente repulsivo y pestilente del contrarrevolucionario Peña Gómez.

El caso de éste sería la otra cara de la moneda del conocido como "Irangate" en que el teniente coronel del servicio secreto del Ejército norteamericano Oliver North, era parte del narcotráfico en Centroamérica y en Medio Oriente, con fines de financiamiento y reclutamiento de agentes en la lucha de los contra en Nicaragua y frente a Irán. ¿Verdad que es sorprendente el parecido del uso de esa misma fuente para financiar actividades de carácter anti-comunista y contrarrevolucionarias por parte del imperialismo norteamericano con lo de Peña Gómez?

Dentro de ese tenor y no con otras intenciones hay que tomar la incursión, por ejemplo, del periodista pagado por la Embajada yanqui en República Dominicana, Donald Guerrero, ex encargado de prensa del gobierno de Leonel Fernández, diciendo en la letrina "Hoy" del día 25 de marzo que en el país nadie pensaría ni dudaría nunca de la "honestidad" y "honradez" de Peña Gómez. Lo cual es falso y mentiroso por parte de ese perverso agente que labora al servicio de Leonel Fernández, y no cabe duda que tiene carácter politiquero al igual que es demagógica y pervertida la argumentación de Leonel Fernández que si bien critica el apoyo de Rafael Hipólito Mejía a la invasión norteamericana contra Irak, sin reparar en el derecho a la autodeterminación y a la soberanía e independencia de los pueblos, respalda a la vez el genocidio de Bush y los yanquis contra el pueblo afgano proclamando prostituidamente que la política exterior de la República Dominicana ha de estar obligatoriamente integrada como parte de la política imperialista estadounidense, esto es, que Leonel Fernández aboga por un status colonial ante los EE.UU. para la República Dominicana (véase letrina "Hoy" del 25 de marzo del 2003).

Es evidente que la postura de Leonel Fernández es la de todo agente pagado y lacayo norteamericano que no concibe otra actitud que no sea la del rastrero y descarado entreguista y agente del imperialismo. La cuestión de apoyar a los pueblos, reconociéndoles ser los únicos que deben decidir mediante su soberana y libre voluntad su destino, y no ninguna potencia imperialista, como es el caso del imperialismo norteamericano que encabeza George W. Bush, no es asunto que se presta a un empleo demagógico ni politiquero, tal y como hacen Leonel Fernández y el PLD en nuestro país actualmente.

 

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