Nepotismo presidencial

Lacra en el gobierno actual de Rafael Hipólito Mejía

 

Respecto al nepotismo que Jorge Ramos en su comentada entrevista le mencionara a Rafael Hipólito Mejía, hemos de decir que el asunto apenas se trató o mas bien se tocó.

A nuestro modo de ver la cuestión ésta del nepotismo, al ser puesta a bailar por Jorge Ramos en su entrevista, queda evidentemente demostrado que no es un asunto personal, sino un flagelo social y, por tanto, necesariamente político, igual que el de la corrupción, además de que el nepotismo no es tan reducido en este gobierno como pretende hacer creer Rafael Hipólito Mejía. Cuando estalló lo del escándalo del crack Baninter y se estremeció toda la base económico-financiera de la sociedad, cosa que aún subsiste hasta el día de hoy, quedó retratado de cuerpo entero el mal del nepotismo imperante en el gobierno cuando un miembro prominente de la Junta Monetaria, consuegro de Rafael Hipólito Mejía, renunció del cargo en dicho organismo, que si mal no recordamos era como de Presidente de dicha Junta Monetaria.

Y la renuncia se originaba en que Carolina Mejía de Garrigó, hija de Rafael Hipólito Mejía, había sido nombrada miembro de la Junta Monetaria, además de que ya Tony Rivera, cuya hermana es la esposa de Ramón Hipólito Mejía Gómez, que es también hijo del presidente Rafael Hipólito Mejía, es miembro de la Junta Monetaria. Así perfectamente la Junta ésta es hasta cierto punto el mundo del nepotismo.

La misma Carolina encabeza una llamada "peña de Carolina", que se reúne en el patio de su casa, con un fuerte carácter familiar y decide las medidas y pasos a adoptar en la administración financiera del país. Carolina es también miembro o asesora de la comisión gubernamental que negocia el Tratado de Libre Comercio entre la República Dominicana y Estados Unidos, que ya se anuncia como el almagedón para la economía nacional. Carolina Mejía de Garrigó viajó a España tiempo antes junto a su señora madre, Rosa Gómez de Mejía, y se alojó durante un mes junto a ésta en la casa de un alto funcionario-socio de Fenosa, y que es parte interesada junto a Miguel Perelló, jefe de los venduteros que, llamados comisión, tienen responsabilidad de vender hasta el último chele de inversión que el Estado dominicano tiene en el área eléctrica, a excepción de las hidroeléctricas, mientras tanto.

El asunto no termina aquí ni tampoco empieza, se trata de una breña o embrollo de familiares, primos, parientes, etc., etc., que Rafael Hipólito Mejía tiene metidos en todos los niveles de la administración pública, siendo casi seguro que de la Presidencia para abajo multiplica como 15 ó 20 a 1 el nepotismo de los gobiernos de Balaguer y del nepotismo durante el de Leonel Fernández.

No es sólo, por ejemplo, Sergio Grullón, o el cónsul de Miami, hermano de Rosa Gómez; es también el obispo de San Juan de la Maguana, hermano de Sergio y primo de Rosa, así como hermano de crianza de ésta, quien forma parte de la interminable cadena nepótica que ha entronizado en forma imprudente, otro más de sus tantísimos desafueros, el señor Rafael Hipólito Mejía.

Pero no sólo los nombres implican y representan las prácticas odiosas del nepotismo, sin dejar de reflejarlo, claro está. Lo más importante es lo del trato preferencial y privilegiado que por los vínculos familiares o de clan de consanguinidad se ponen en práctica, y es ahí donde el caso del obispo José Dolores Grullón tiene un matiz que le rompe los timbales a cualquiera. He ahí donde entona para retratar lo de las preferencias y los privilegios como parte del nefasto nepotismo, hermano o primo hermano de la corrupción, esa hiedra de 7 cabezas, que le ha permitido a José Dolores Grullón, el obispo que llama por su radio a respaldar la reelección y el continuismo de Rafael Hipólito Mejía, que le ha hecho posible tener a plazo fijo, esto sólo como un ejemplo, 32 millones de pesos depositados en su cuenta personal del BHD y otros tantos en otros bancos.

Ni el nepotismo es un asunto personal, ni tampoco mencionar los personajes implicados o partes del nepotismo es un asunto personal.