Gobierno de Chavez desmonta conjura golpista de la ultrareacción, imperialismo e Iglesia Católica

 

El gobierno venezolano informó sobre la captura de cerca de 100 mercenarios colombianos en una hacienda de las montañas del sur de Caracas.

Desde el golpe de 2002, el gobierno ha denunciando varias conspiraciones de la oposición.

Según las autoridades, el grupo tendría vínculos con el exilio cubano radicado en Miami.

En la madrugada del domingo 9 de mayo, la Dirección de Inteligencia Policial (DISIP) y la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) detuvieron al grupo que supuestamente estaba siendo entrenado para atacar objetivos militares en Venezuela.

En sus primeras declaraciones, Miguel Rodríguez, director de la DISIP, afirmó que había un plan para atacar esta semana el Comando de Seguridad Urbana de la Guardia Nacional y robar el parque de armas.

Añadió que la propiedad en la que fueron capturados los supuestos paramilitares pertenece a Robert Alonso, hermano de la gusana actriz cubano-venezolana María Conchita Alonso.

El comisario Rodríguez aseguró que Robert Alonso fue el organizador de la llamada “guarimba”, una estrategia de desórdenes callejeros -del tipo de la “kale borroka” vasca - fomentada recientemente por sectores de la oposición.

La “guarimba” fue puesta en práctica en los días finales de febrero, después de que el Consejo Nacional Electoral anunciara que las firmas presentadas para solicitar el referendo revocatorio presidencial debían ser evaluadas por segunda vez.

En el lugar del allanamiento, el Ministro de la Defensa, Jorge Luis García Carneiro, aseguró que “estaba armada una conspiración terrorista que venía operando desde hacía 43 días”.

También declaró que el campamento desmantelado acogía a más de 100 paramilitares que “tenían previsto realizar asaltos masivos a guarniciones militares”.

El general Carneiro no ofreció más detalles, pero dijo a los periodistas que en los próximos días se producirán “cosas buenas”, refiriéndose a nuevas capturas que estarían por efectuarse.

Los portavoces oficiales aseguran que podrían estar implicados militares pertenecientes al grupo que en octubre del 2002 llamó a desconocer al gobierno del presidente Hugo Chávez y que se estableció por varios meses en la Plaza Altamira, en el Este de Caracas.

Los portavoces del gobierno expresaron su extrañeza por el hecho de que, según ellos, la policía local, del Municipio El Hatillo y del Municipio Baruta -jurisdicciones a las que pertenece la hacienda donde estaban los presuntos paramilitares- no tuviera conocimiento de lo que sucedía en la zona.

Pero en declaraciones al canal de noticias Globovisión, el Alcalde de El Hatillo, Alfredo Catalán, aseguró que la Policía Metropolitana y la Policía Municipal estuvieron presentes desde el inicio de las operaciones de la madrugada.

En el canal estatal Venezolana de Televisión se presentó la entrevista con uno de los detenidos, cubierto con un pasamontañas, quien dijo haber sido llevado a Venezuela bajo engaño.

El supuesto paramilitar, con un fuerte acento colombiano, dijo que el dueño de la finca donde estaban concentrados les ofreció 500 mil pesos colombianos.

El entrevistado afirma ser reservista del ejército colombiano y no pertenecer a ningún grupo subversivo.

 Los grupos civiles golpistas siguen haciendo jugadas, activando mecanismos para continuar arremetiendo contra el pueblo venezolano.

Uno de los paramilitares presentó como coartada lo siguiente: “Soy gente de campo y sólo buscaba donde trabajar”.

Pero también informó que una vez en Venezuela les dijeron que si escapaban corría peligro la vida de sus familiares.

Hacia el mediodía del domingo 9 de mayo, en su programa semanal Aló Presidente que se transmite por cadena nacional, el mandatario venezolano Hugo Chávez aseguró que “hemos dado un golpe al terrorismo y seguiremos dándolo”.

Durante la transmisión dijo que la detención del supuesto grupo paramilitar demuestra que “los grupos civiles golpistas siguen haciendo jugadas, activando mecanismos para continuar arremetiendo contra el pueblo venezolano”.

El presidente Chávez nombró a los principales medios de comunicación privados venezolanos y dijo que son “enemigos del pueblo de Venezuela”.

“Ellos (los medios) le han declarado la guerra a la Constitución, al gobierno y a las Fuerzas Armadas”.

Chávez, quien en 2002 sobrevivió a un golpe militar, ha denunciado numerosas conspiraciones en su contra.

El domingo insistió en que los “golpistas” -como define el gobierno al grueso de la oposición- cuentan con el apoyo del gobierno de Estados Unidos.

 

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