MOVIMIENTO PATRIOTICO INDEPENDIENTE

(MPI)

FILIAL NUEVA YORK

 05-02-2015

 

La antología de las fábulas da cuenta de que, un comerciante, de la muy lejana antigüedad, cruzaba por un desierto de nieve o una estepa congelada, cuando, desde la montura en que viajaba. divisó una pequeña serpiente que estaba moribunda por el frío, con sus signos vitales en los límites de su extinción; y movido por un equivocado sentimiento de conmiseración, se tomó la molestia de desmontarse y, contra las sabias y atinadas advertencias de la comitiva de comerciantes, de la que formaba parte el ingenuo condolido, éste toma el cuerpo ya inerte del mortífero reptil y se lo introdujo en el seno de su confortable abrigo, que le daba calor y le protegía de la intemperie despiadada de la helada. Ello provocó que, casi de inmediato, el reptil volviera en sí; y, sin pérdida de tiempo, más rápido que inmediatamente, clavó sus afilados colmillos cargados del fulminante veneno, haciéndole pagar con su vida, al comerciante, la imprudencia imperdonable cometida.

Esta fábula posee una sabia moraleja: Jamás albergues ni des amparo a quien, por su naturaleza más íntima, siempre buscará la manera de matarte.

Y éste, y no otro, es el caso de nuestra Patria, la República Dominicana, con sus vecinos del Estado tribal haitiano, como de manera bastante ilustrativa lo representa la persona que dice llamarse Yelaine Rodríguez, y que damos los rasgos de su real y verdadera fisonomía espiritual. Ha anunciado que, por su iniciativa, se efectúa la exposición “La Lucha: Quisqueya y Haití. One Island”, con lo que, hasta con los ojos cerrados, se ve que, detrás de esto están las manos del imperialismo norteamericano y del nefasto clan de Bill Clinton e Hilary Rodham de Clinton, o Hilary Clinton, que, a la cabeza de la Santa Alianza anti-dominicana se proponen tres objetivos:

1ro. Reemplazar, del territorio de la Nación-República Dominicana, a la población dominicana y colocar en su lugar a la población haitiana, que tiene por características fundamentales su carácter tribal, refractario a la civilización, y su empecinamiento en mantenerse encartuchados en lo que llaman sus raíces africanas. Por el otro lado, los dominicanos, siendo básicamente mulatos, nos hemos inclinado siempre por el impulso indeclinable de ser copartícipes de la cultura y la civilización progresivas, sin dar pie al racismo blanco, como tampoco al racismo negro, que es ostentado en forma obsesiva, ancestral, paranoica y alucinante por los haitianos; por lo que sienten un odio salvaje contra los dominicanos, hasta el punto de que, un dominicano no puede caminar por ninguna calle de Haití, sin riesgo de caer asesinado en cualquier momento; como tampoco, que ningún extranjero, y mucho menos si es dominicano, puede optar ni obtener la nacionalidad del Estado tribal haitiano; pues allí sólo se le otorga dicha condición al nacido de padre y/o madre haitianos, eso es, por jus sanguinis.

La nombrada Yelaine Rodríguez es un huevo de serpiente, empollado entre los invasores furtivos haitianos, que se dan apellidos como Rodríguez, tomándolos de los cementerios o comprándolos a inescrupulosos que falsifican actas de nacimiento; o que toman los datos de actas de defunción de dominicanos fallecidos para, dichos extranjeros, asumir la identidad del dominicano(a) muerto(a), como la suya.

El 2do. objetivo es desarticular el Estado Nacional Dominicano para imponerle la fusión con las hordas haitianas.

Y, de esta manera, obtener el 3er. objetivo, que es: Provocar una guerra entre ambas comunidades para, Estados Unidos, a la cabeza de las potencias recolonizadoras, llevar a cabo una intervención militar y terminar saqueando las riquezas nacionales de ambos territorios, bien diferenciados, de los susodichos dos países; bien diferenciados cultural y territorialmente, de idiomas diferentes. Los dominicanos hablamos un solo idioma, que es el español. Los haitianos hablan creole o patoi, con por lo menos 20 variantes, según la tribu original de su procedencia africana. La población dominicana está registrada civilmente por las instituciones pertinentes. Los haitianos son todo lo contrario.

Para cumplir los nefastos objetivos de los haitianos, que, como siempre ha ocurrido, se venden a todos los manejos de las potencias coloniales contra la República Dominicana, a los haitianos se les han enseñado muchos dogmas, en base a la tergiversación y la mentira; como son los que refleja, según la nota anunciando el evento concebido, a nombre de la tal Yelaine Rodríguez.

Un socorrido sonsonete o cliché es que República Dominicana y Haití comparten un mismo territorio. Lo que es totalmente falso.

La realidad es que estamos ubicados en la misma isla, como esta isla de Santo Domingo está ubicada en el mismo archipiélago de las Antillas Mayores del Caribe. Pero no por ello se dice que compartimos territorio común con Puerto Rico, Cuba ni Jamaica.

República Dominicana, en la parte Oriental de la isla, ocupa 48 mil 448 kilómetros cuadrados, de los 76 mil 286 kilómetros cuadrados de la isla de Santo Domingo. Haití ocupa la parte Occidental de ésta y su territorio es de 27 mil 838 kilómetros cuadrados.

Por lo tanto, es una falsedad lo de que República Dominicana y Haití comparten un mismo territorio.

El caso bien ilustrativo puede ser la división de Estados que hay aquí, en los Estados Unidos, donde cada Estado tiene su propio límite territorial bien definido; aunque todos son parte de los Estados Unidos de Norteamérica. Como otro tanto pasa con México; y ambos son parte del Continente de América del Norte, sin que se pueda decir que Estados Unidos y México comparten un mismo territorio.

Por ello, a esas falacias les decimos: A otros perros con ese hueso que intoxica.

Otra falaz mentira es una de carácter histórico; que, en forma bastante sibilina, recoge y expresa la tal Yelaine Rodríguez; cuando taimadamente expresa: “En la Escuela de Altos de Chavón, República Dominicana, aprendí sobre la independencia de la República Dominicana, pero no se me enseñó nada respecto a la lucha contra los colonizadores de ambos lados”.

Y, de aquí parte ella, para manifestar su identificación con los haitianos, que se presentan falsificando y tergiversando la historia real y verdadera, que da cuenta que los peores colonizadores y agresores impenitentes, con sus pretensiones de subyugar, como su, colonia a la República Dominicana y a la Nación Quisqueyana, son los haitianos; y de lo cual es prueba, tan palpable como irrefutable, la acción del aventurero Toussaint Louverture, tránsfuga que se pasó de la raya pretendiendo ser más francés que el corso Napoleón, el célebre emperador Napoleón, y se auto-designó portaestandarte del acuerdo, netamente colonialista, de Basilea; y cruzó la línea demarcatoria que hacía de frontera entre Haití y la nación (dominicana), que ya había recorrido todo el proceso histórico para ser nación, pero que, hasta entonces, era colonia de España.

Una vez aquí, en la Nación colonia República Dominicana, se auto-proclamó Gobernador vitalicio; decretó el fin de la esclavitud, lo que era más virtual que real, y nunca tan bárbara como la impuesta por Francia en Haití, su colonia-enclave de comercialización de esclavos negros.

Es notorio que el carácter refractario a las ideas progresivas y a los ideales independentistas, que bullían en todo el Continente Americano, queda de manifiesto, cuando este estafador de Toussaint Louverture declaró la isla una e indivisible; que era una consigna que se ventiló en el curso de la Revolución de Francia, una e indivisible. Y lo que hizo aquí, Toussaint Louverture, además de perpetrar atroces represalias y crímenes contra mulatos y blancos criollos españoles, fue declarar que la isla entera era una e indivisible, ¡como colonia, bajo el dominio de Francia! Y, de paso, le impuso a esta nación la religión católica como la religión del Estado colonia. Tal fue la osadía del tránsfuga Toussaint Louverture que le costó la vida. Lo que, a su vez, permitió que se mostrara el verdadero rostro inhumano, bestial y sanguinario de los haitianos; que hoy se jactan de tener como gloria haber causado 160 mil muertes.

¿Acaso es a esta historia de la lucha anti-colonial a que hace referencia la tal Yelaine Rodríguez, un huevo de serpiente que, al hacer eclosión, concurre a donde tenga oportunidad para buscar los auspicios de los antros racistas haitianos y anti-dominicanos, causando confusión y distorsionando la verdad histórica y real?

Nosotros, los del Movimiento Patriótico Independiente (MPI), estandarte de los dominicanos que defendemos nuestra independencia, nuestra soberanía, nuestra autodeterminación, denunciamos a la tal Yelaine Rodríguez, así como al llamado Instituto de Intercambio Cultural de Haití, que conspiran y atentan contra el derecho a la existencia de nuestra Patria, la República Dominicana, ganado en el campo de batalla y las lides políticas, habiendo derrotado más de una docena de veces a las hordas invasoras haitianas.

Y, es bueno que se sepa, que el dictador Trujillo, instalado por el imperialismo yanqui y la Iglesia Católica-Vaticano, si mató a decenas de miles de haitianos, fue porque pretendían colonizar y desnaturalizar, desde dentro, la Nación Dominicana. Esgrimir esos hechos, con fines de chantaje; les decimos que pierden su tiempo.

 

MOVIMIENTO PATRIOTICO INDEPENDIENTE (MPI)

FILIAL NUEVA YORK

 

Febrero 2015

 

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