Rábulas del derecho o abogaduchos estafadores del entorno de Mariano Germán y de la corrupta Alejandrina Germán y su pan de agua con gorgojo y su vasito de agua untada de leche se dedican a jugosos negocios de compras de pupitres y demás en el extranjero con el visto bueno del resbaloso Leonel Fernández

 

Es en extremo alarmante, por corrupta, la situación imperante con los manejos que lleva a cabo la actual incumbente de la Secretaría de Educación en esos predios, la nombrada Alejandrina Germán, que hasta hace poco era de Sosa, por su ex-esposo, José María Sosa, del que al parecer se divorció hace poco, un bergante palidista pelegato de las hordas del provocador cura anti-dominicano Christopher Hartley Sartorio, en el Municipio de Los Llanos de San Pedro de Macorís, en donde es candidato por la gavilla palidista pelegato a diputado por la Provincia San Pedro de Macorís, al que le tenemos lástima y desprecio a la vez, porque tener que soportar a una virago con toda su prepotencia, arrogancia y su figura de batata con lentes como pareja, por encima de todo, mueve a la conmiseración.

Pero es que el guanajo ese de José María Sosa (hermano del tenebroso Fouché, Emigdio Sosa, Jefe del Gabinete Social, o más bien, de uno de los departamentos de sobornos y cabotaje para tráfico de gente de un predio político al de los pálidos del gobierno pelegato del resbaloso Leonel Antonio Fernández Reyna), es tan odioso y brusco como Alejandrina Germán, del mismo modo que son igualmente indolentes y recalcitrantes reaccionarios, lo que los hace cepa y cepillo del autoritarismo y la prepotencia, lo que es grave en el caso de José María Sosa, ya que, siendo candidato a diputado por la Provincia de San Pedro de Macorís, ahora mismo las encuestas, incluso de su misma banda, lo colocan, aún con la permanente campaña que a su favor despliega el provocador cura Christopher Hartley, del noveno al onceavo lugar de preferencia en la minoría dispuesta a votar.

Lo del examen de nivel a los directores de las escuelas públicas es tan desvergonzadamente una grosera manipulación para asaltar las direcciones de las escuelas públicas por parte del Pálido Pelegato y Alejandrina Germán y colocar en esos puestos a personeros pelegatos con tal grado de arbitrariedad, que nos reafirma en la extraña impresión que nos asalta cada vez que oímos su nombre y vemos su singular figura, que consiste en que nos trae a la memoria la figura de una amante de Petán Trujillo en las proximidades del Km. 40 por los alrededores del Río Duey, uno los afluentes del Río Haina y del que se abastece el viejo acueducto de Santo Domingo, cuyos depósitos se encuentran en la Calle San Juan Bosco, antigua Pepillo Salcedo, y cuyos terrenos desde tiempos inmemoriales los siniestros curas salesianos conspiran para apropiarse de los mismos, como ya hicieron con un tramo de 200 metros de la calle Cachimán que va de la Dr. Delgado a la Galván, que ha pasado a ser el patio trasero -estafado- por el colegio de monjas María Auxiliadora.

Alejandrina Germán, como se sabe, se ha convertido en una mujer extremadamente rica, a partir de ocupar la Secretaría de Educación, de que es incumbente, y que es la que, con el famoso, por la tragedia que asincera, desayuno escolar, mueve, cuando menos, 18 millones de pesos cada día, por un servicio cuyo costo, ella y sus gángsteres, establecen en 100 pesos por ración, cuando en realidad el precio de los componentes y el del servicio no alcanzan siquiera a 15 pesos por ración de desayuno escolar.

Y si se quiere, hágase el balance de por cuánto sale un vasito de chocolate de agua o de ésta bautizada con leche en polvo, de la que se dona al país y a la Iglesia Católica-Vaticano, la que, a su vez, la negocia en el mercado productor de leche y mercancías de las industrias lácteas que hay en el país.

Un vasito de ese líquido, con un pan con gorgojos, sin ningún tipo de compaña, no suma ni siquiera 10 pesos por unidad, si atendemos a que se trata de una compra masiva al por mayor de parte del Estado, lo que además del desmesurado sobreprecio de 10 a 100 pesos, le deja a doña Alejandrina el suculento 20% que exigen los funcionarios del actual gobierno moralizante y moralista, seguidor del ejemplo ético del rufián y archi-traidor espía Juan Bosch, según el delicado Pablo McKinney de esos predios.

Alejandrina Germán ha estado comprando pupitres en América del Sur, lo que no deja de estar adornado con los flecos de la corrupción más despampanante. Y para llevar a cabo esas compras, es notorio que Alejandrina Germán utiliza a unos personajes del mundo de la estafa en el ejercicio del derecho o rábulas del derecho, que están extrañamente vinculados a su hermanito del alma, el ex-Procurador de tan triste recordación del primer desgraciado gobierno de Leonel Antonio Fernández Reyna, Mariano Germán, el abogado, puesto que hay otro Mariano Germán, hermano de ambos, que es ingeniero y que fuera incumbente en aquella administración del INDRHI.

Esas rábulas del derecho o abogaduchos estafadores especialistas en el chantaje y la extorsión en el área de los préstamos leoninos, están vinculados al buffet de Marianito Germán, se mueven para arriba y para abajo con el hijo mayor de éste, sobornan jueces, tienen una incidencia de primer orden dentro del Ministerio Público, en lo que sobra dar cualquier explicación y Alejandrina Germán los envía a cerrar compras y adquisiciones ya en Colombia, ya en Brasil, en Miami y así sucesivamente, y todo al margen de los canales correspondientes y oficiales de la susodicha Secretaría de Educación. ¿Quieren nombres y transacciones? Si los quieren, se los ofrecemos cuando gusten y como gusten, públicamente o en privado, detallados, al granel, al por mayor y al detalle. Esto es, como dicen los comerciantes, estamos para complacer a los clientes.

Y falta todavía el rabo por desollar, que es lo que viene a demostrar no sólo el dinamismo de la virago Alejandrina Germán, su desmesurado amor por los cuartos, su vitalidad en los negocios y su estilo tan peculiar que nos hace recordar aquella clasificación sin par que hiciera el bruto actual Secretario de Interior y Policía, Franklin Almeyda Rancier, de que el país se dividía en dos campos, el campo de los corruptos, y el campo del Pálido, que hoy, en ejercicio dialéctico, se ha conmutado y por el tipo de actividades es que a ese Pálido se le da la connotación de Pelegato, por ladrones y corruptos en tal magnitud que compiten de tú a tú con los pepegatos del Perrodé de la banda del rufián bandolero Rafael Hipólito Mejía y comparsa. ¿Cuál bando es más corrupto? ¿En cuál hay más ladrones, desfalcadores y  depredadores del Estado? La respuesta es fácil si se les iguala, y engañosa y difícil si se les pretende diferenciar, pues se trata de gentuzas apandilladas en las que el que no corre vuela, y el que ni vuela ni corre, muerde y patea, y hasta abundan los que corren y vuelan, muerden y patean, si no que le pregunten al de Finanzas, Vicente Bengoa Albizu.

Es que la diferencia entre los pelegatos del Pálido del gobierno de Leonel Antonio Fernández Reyna y los pepegatos del ex gobierno perrodé del rufián Rafael Hipólito Mejía desaparecen, ya que se funden, como precisamente acontece en los predios de la Secretaría de Educación de Alejandrina Germán y la estructura de corrupción y tráfico que dejara tras operar con ella la otra virago, la ratatatá Milagros Ortiz Bosch, mientras fuera incumbente de dicha Secretaría.

Como se recordará José Israel Cuello Hernández (el Gordo Cuello), connotado renegado revisionista y archi-traidor agente del imperialismo que estuviera vinculado a la CIA en el equipo de Radio Swam, que era una emisora de la CIA que operó en la islita de ese nombre que está por los lados de América Central, a raíz de aparecer el listado de los miembros de la tendencia de los pepegatos de Milagros Ortiz Bosch, ahí estaba él, y todo el mundo sabe que su área de operación era la de la Secretaría de Educación, casualmente.

Pues resulta que hace unas semanas atrás que Alejandrina Germán le entregó un contrato de grado a grado al Gordo Cuello, el renegado revisionista que en realidad no es Cuello sino Isa, cuyo abuelo es el mismo de los otros revisionistas renegados Narciso Isa Conde y Tony Isa Conde.

Ese contrato es por un monto de 43 millones de dólares, óigase bien, por US$43 millones, que al 32 x 1 arrojan un total de 1,376 millones de pesos. El contrato es para la impresión de material de la Secretaría de Educación.

Ya lo del grado a grado es una práctica de corrupción nauseabunda de por sí, pero el caso es que, además, en la parte acordada al margen, esto es, no escrita del contrato, el Gordo Cuello debió entregar 5 millones de dólares por comisión, por adelantado, a Alejandrina Germán, que hacen un total, si lo calculamos al 32 x 1, aunque al momento de la transacción estaba como 33 x 1 y no a 32 x 1 la tasa de cambio, lo que arroja un monto total de 160 millones de pesos, que del total de 1,376 millones suma un porcentaje de comisión igual al 12% aproximadamente, esto es, más o menos.

Como se puede apreciar, los canales de corrupción a nivel del Estado son exactamente comunes para los tres partidos del sistema, y están ahí, siempre disponibles para ser usados por el que asuma las riendas del Estado. Y Alejandrina, con esto, demuestra que es ambiciosa, que así como se embolsilla de 3 a 5 millones durante cada día en los 20 y 22 días laborables al mes por concepto del desayuno escolar, lo que suman de 70 a 110 millones de pesos al mes, también hace uso de los palos grandes de gallera, como ese que denunciamos de los 5 millones de dólares que, por comisión, le soltara el renegado revisionista y architraidor agente José Israel Cuello Hernández (el Gordo Cuello) por el contrato grado a grado de los 43 millones de dólares que ella le otorgara. Y por las compras diversas y de pupitres aquí y en el extranjero, que se le pregunte a su división especial de abogados viajeros expertos en la estafa, el chantaje y la extorsión que tiene a su servicio.

 

Volver a la Página Principal