CURA HAITIANO SE PRONUNCIA POR LA FUSION EN ACTO OSCURANTISTA EN TAMBORIL ENVIADO POR EL OBISPO PEDOFILO DE SANTIAGO BENITO DE LA ROSA CARPIO

Es que la Iglesia Católica-Vaticano siempre ha sido inveterada enemiga de la República Dominicana y de los dominicanos en una olímpica actitud recalcitrante de malagradecida y perversa

01-09-2014

 

El parasitismo, junto con el chantaje y la extorsión, además del derroche de la más exuberante y nociva ingratitud, de la Iglesia Católica-Vaticano y de cada maldito cura, desde el alias Papa o apócrifo rey-emperador, con un putango y rastrero, como sucio abolengo ancestral de por medio, hasta el inferior curita, casi siempre maricón y pedófilo a la vez; es la historia universal y cotidiana, a escala mundial y nacional, de este cartel del opio de la humanidad, que es cristiano catolicismo, apostólico y romano, que se repite, ya con el jesuita y perverso Bergoglio, llamándose emperador Francisco I, o en el alias Cardenal, y cada uno de los alias obispos y seudo príncipes de una monarquía, cuyo único elemento es el de la superstición, aparejada a la peor condición de oscurantista; como por igual lacayos y mercenarios del imperialismo y del régimen oligarquía; con los hechos dando cuenta de que, además del 50 ó el 60 por ciento del presupuesto nacional que, por vía del Concordato, el Estado poner en manos de estos buitres cruzados con hienas de dos patas, mientras sus gobiernos despóticos, corruptos, entreguistas y mercenarios, como los de los reformistas y el tirano alimaña Joaquín Balaguer, como el del desgraciado estúpido Rafael Hipólito Mejía, los del paranarco terrorista y capo di tutti cappi Leonel Antonio Reyna y su banda, al igual que la otra banda Pálido pelegato boschista, que encabeza el hombre babosa hecho de paja podrida, Danilo Medina, el Dañino Medina; y el Estado les financia sus múltiples negocios de la salud, como Cedimat y Plaza de la Salud, así como su maternidad y centro de atención femenina, con un presupuesto que es 10 veces la cantidad con que el Estado y sus desgobiernos financian los centros hospitalarios llamados públicos. Y todo esto, agregado a que la Iglesia Católica-Vaticano y sus negocios están exonerados de todo pago de impuestos; hay que soportar que esos gobiernos corruptos y criminales le financien, con recursos extras, extraídos al Estado Dominicano, todo el andamiaje y estructura comercial del cartel Iglesia Católica-Vaticano; tal cual se comprueba en que, los tres que echaron al pueblo en el pozo, Leonel Antonio Reyna, el rufián Rafael Hipólito Mejía y el hombre babosa Dañino Medina, le han obsequiado 35 millones, indudablemente de procedencia estatal, para que ese antro repugnante de supersticiosos, construyeran y operaran un nuevo centro de su asistencia social, a ser financiado por el Estado Dominicano, porque vividores como el que más, y aprovechadores hasta decir ¡apártate!, como inútiles y holgazanes.

Y, recibiendo todos esos recursos enajenados del Estado Dominicano, con la más olímpica ingratitud, esa Iglesia Católica Apostólica y Romana, y cristiana, es la principal conspiradora, e instigadora calumniosa, en contra de los dominicanos, a los que nos endilgan precisamente todo el fondo de las miserias humanas de las cuales, curas e iglesias cristianos, son creadores y forjadores.

Esto queda completamente claro, con el caso de la campaña anti-dominicana de los haitianos, cuyo objetivo es la destrucción de la nación dominicana y la imposición de la fusión con las hordas salvajes y repugnantes del Estado tribal haitiano.

Lo último que hizo ese Obispado de Santiago, fue que designó un cura haitiano para realizar un acto de brujería, de esos que llaman misa, pagado por unos soquetes de dominicanos que, siendo nacionalistas, quisieron, dadas sus creencias en esas pendejadas religiosas, llevar a cabo una solicitud al dios cristiano en protección de la soberanía nacional ultrajada, y en riesgo de eminente peligro, ante la acción de los haitianos, que dan por un hecho, como si la voluntad y el brazo de lucha del pueblo dominicano no supiera apelar a las armas y a los machetes para la defensa de la patria dominicana; y, el obispado santiaguero, que encabeza el aberrado pedófilo Benito de la Rosa Carpio, envió a oficiar el acto de brujería, que es la tal misa, a nada menos y nada más que a un jodido cura haitiano, llamado Richard Cantil, quien empleó el acto religioso y oscurantista, pagado por los nacionalistas dominicanos del llamado grupo Febreristas para, en vez de enaltecer los reclamos de la identidad dominicana y la defensa de nuestra nacionalidad dominicana, hacer exactamente lo contrario; y defendió el expansionismo y el afán de invasión de los haitianos sobre la República Dominicana, aduciendo que era necesario dar cumplimiento al ideal de los déspotas gobernantes haitianos y defensores de la colonización europea, como Toussaint Louverture; y, en efecto, llamó a la unificación de la isla, bajo el lema de una e indivisible.

Por nuestra parte, nos alegramos de la lección que recibieron esos dominicanos que, en forma de cretinos e impensantes, quieren seguir creyendo en sus supercherías católicas, y siguen confiando en la Iglesia Católica-Vaticano, como en las sectas protestantes y evangélicas, que son todas recalcitrantes enemigas de la República Dominicana.

Ahora bien, entendemos que los dominicanos, al tiempo que debemos desplegar la más intensa actividad, contrarrestando el entreguismo de los corrup-partidos del sistema, como los corrup-sabandijas balagueristas y su corrup-PRSC, así como a los perrodé del gángster Miguel Vargas Maldonado, del hijo de la gran puta, agente yanqui-judío, Rafael Hipólito Mejía, como de las bandas de ladrones y criminales entreguistas de los pálidos pelegatos boschistas del Dañino Medina, Gángster Murmullo, como del paranarco terrorista, y de igual calaña de ladrón que Dañino Medina, Leonel Antonio Reyna; también debemos trabajar en la población para que rechace que se les dé la condición de dominicanos a los miembros de las hordas de haitianos, que odian profundamente a la República Dominicana y a los dominicanos.

Si hay que recurrir a las armas que fueran y a los procedimientos que sean necesarios, no hay por qué dudar en hacerlo. Pero a los haitianos hay que echarlos del país cueste lo que cueste y caiga quien caiga.

De igual modo, nuestro Partido Comunista de la República Dominicana (PACOREDO), sustenta que no hay que querer pagar impuestos al Estado Dominicano para que los gobiernos traidores se los den a la Iglesia Católica-Vaticano y a los curas; éstos, si quieren cuartos, que trabajen por su propia cuenta y que suden las bolsas y sus asquerosos traseros de maricones y elementos improductivos socialmente.

No es moral pagarle impuestos a un Estado que usa los fondos recaudados con los impuestos para dárselos a los curas y a los haitianos.

¡Ya está bueno!

¡Dominicano! Incorpórate a la cruzada de: todo es válido contra el gobierno pro-haitiano y anti-dominicano Pálido pelegato boschista del Gángster Murmullo, Dañino Medina.

 

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