BARRICK GOLD ABRE LAS PUERTAS DEL INFIERNO PARA LA DESTRUCCIÓN DEL ECONICHO DE LOS DOMINICANOS CON SU EXPLOTACIÓN POR MEDIO DEL CIANURO AMENAZA TODA FORMA DE VIDA EN NUESTRO TERRITORIO

La acción perra del depravado clerical opusdeista y agustiniano, darwinista social y neomalthusiano Pelegrín Castillo Semán de justificar la destrucción del habitat de los dominicanos lo identifica con animales carroñeros como hienas y buitres

23-10-2014

 

Hablando del exterminio de toda forma de vida y existencia biológica, en sus especies, animal y vegetal, por el envenenamiento letal de sus medios, que serían agua, aire y tierra (tres de los elementos fundamentales, según la teoría mitológica de los gnósticos); faltándole sólo el fuego, que en este caso sería la explotación minera a cielo abierto, con cianuro y sus derrames inevitables; estábamos relatando el patético espectáculo que, para un profesional de las ciencias naturales, significó el recorrido, en extremo restringido, por las instalaciones de las genocidas actividades de extracción de oro de la Barrick Gold en Cotuí, Provincia Sánchez Ramírez, de la República Dominicana; que ya ha convertido, una buena parte de su extensión territorial, en un lugar donde jamás crecerá ni siquiera la yerba: continuando así, en forma inevitable, la funesta labor que, con la Rosario, tuviera inicio en las décadas finales del siglo XX, que apenas hace poco concluyó.

Ya, con la cínica demanda, de parte de los cabecillas del tour apologético, de la marcha fúnebre para las exequias de la vida, que es en sí la Barrick Gold, de orar, se cierra el círculo, que da cuenta, de que sus accionistas financieros y funcionarios están absoluta y totalmente conscientes de que lo que aquí se lleva a cabo, a través de la explotación minera a cielo abierto, es la apertura de las puertas de entrada al infierno mismo, y no otra cosa; por más cuentos bonitos, y por más ensoñadoras y rebuscadas letanías de sirenas, con que traten de envolverlas.

Donde aparece, o se le ocurre a alguien pensar siquiera en el rito ominoso y oscurantista, como supersticioso, de la oración, es porque se hace inminente la muerte y los sufrimientos inenarrables. Orar y oración, como ritos supersticiosos mágico-fantásticos, son la peor abyección de la anti-cultura humana, y atadura a los niveles primitivos más repugnantes y aborrecibles que, con lo de orar y las oraciones, se pretenden sublimizar, y así erigirlas en taras atávicas.

No por casualidad, al empezar el tour por las instalaciones del antro del infierno Barrick Gold, sus organizadores llamaran a orar; y porque así, de antemano, empezaban el proceso de estupro de la sensatez y el sentido común, que es consustancial con el instinto de preservación de la vida y el impulso vital de la preservación de ésta -de la vida-; no sólo personal e individual, sino como un todo, como un proceso que de paso envuelve a toda la naturaleza.

Resentido, al llegar al interior de las instalaciones del antro del infierno para la existencia de la vida, el cabecilla del tour volvió por sus trece; y, a voz alta, a manera de reafirmación de delación ante los cancerberos del infierno, le enrostró al profesional de las ciencias naturales, que él no podía decir, delante de todo el mundo, que era ateo, porque si lo era, eso era un asunto de su más secreta incumbencia.

Sin dudas algunas que, en todo esto estaba de por medio el terrorismo persecutorio de la libertad de pensamiento, así como de la libre expresión y difusión de las ideas; lo que, a su vez, delata la mano tenebrosa inquisitorial del opusdeismo jesuita-agustiniano; como del homicidio, parapolicial y paramilitar, del clan de hienas y buitres carroñeros del nazi-fascista Vincho Castillo Rodríguez, así como de sus vástagos, y bastardos de cuerpo y alma, la pandilla Castillo Semán; de entre quienes, el mediocre e impensante, criatura de medio cerebro, Pelegrín Castillo Semán, opera como cabecilla del gangsterismo, con prevaricación y tráfico de influencias; galopando en el más miserable mercenarismo, que es parte del arsenal de los jinetes del Apocalipsis vernáculos; cuya plataforma es el racismo, en tanto y en cuanto, el patriotismo y el nacionalismo dominicanos, lo reducen estrictamente a lo de los haitianos; alimentándose del neomaltusianismo católico-cristiano-protestante y el escatologismo bíblico, renovado y recreado en el darwinismo social de los monopolios del capital financiero, del imperialismo y del cartel del opio de la humanidad y el parasitismo, que es la Iglesia Católica-Vaticano, con su Papado y el alias Papa, como su portaestandarte.

Pues, ese opusdeista, versión del patio del funesto José María Escribá, que es Pelegrín Castillo Semán, hace de cabecilla de la banda que el gobierno Pálido pelegato boschista del Gángster Murmullo, Dañino Medina, tiene entronizada en el Ministerio de Energía y Minas, que cuenta con el familiar del babosa, con sangre de inmundicias, que ocupa la Dirección de Minería, el agente de la Falconbridge y de la CIA, Alexander Medina.

La realización del tour de marras, para profesionales y activistas de las ciencias naturales y de la preservación de la vida, tuvo como coartada y pretexto que, como parte de la plataforma o protocolo de las actividades de genocidio de los monopolios mineros, éstos deben incorporar, a sus pasos de exterminio total, la demagogia de su supuesto interés por la vida y por la ecología, como ciencia y disciplina de la preservación del econicho de la vida animal y vegetal en general; y, en especial, de la especie humana; todo lo que, en realidad, colocan al pie del cadalso para su exterminación.

Crear un parque zoológico, como un acuario, como un mini santuario de especies vegetales y animales, son objetivos de enmascaramiento de sus actividades y sus inevitables funestas consecuencias para todo cuanto sea y signifique vida real y objetiva, no en especulación como supuesto del más allá, o la de: Cristo es la vida, Cristo es mi líder y mi guía y decenas de docenas de estupideces e imbecilidades por el estilo.

Relata nuestro informante, bajo la más evidente indignación, que los genocidas y sus cancerberos no se cansaban de humillar una y otra vez a los profesionales dominicanos, requiriéndoles, cada dos o tres pasos, sus documentos de identificación; a la vez que, por aparatos de comunicación les repetían, con fines a todas luces intimidatorios, que todo cuanto opinaban, y los pasos que daban, estaban siendo grabados y fotografiados.

Así, llegaron a un lugar rigurosamente controlado, en el que exhibían especie de un manantial de arroyuelo, de aguas transparentes, y un estanque que simula un pequeño lago.

No obstante, al cuestionárseles a los de la Barrick Gold de porqué no se percibía ningún signo de vida vegetal, ni en las veredas, ni del arroyuelo, ni del estanque, a pesar de la claridad que se apreciaba, que si en esos acuíferos no existía algún tipo de peces, como las tilapias, o esas especies de pececillos que aquí se perciben hasta en los arroyos; ante lo cual la respuesta del guía no podía ser más cortante y hosca: No hay, no hay ningún tipo de vida.

Las devastaciones, a consecuencia de los efectos de esa minería a cielo abierto, no pueden ocultarlas ni siquiera acicalarlas, y ante la sencilla pregunta: ¿Y eso? Como un estribillo grabado en una máquina, la respuesta era: eso es resultado de las actividades pasadas de la Rosario, no es de la Barrick Gold.

Poco a poco la idea señuelo que, como una carnada, estaba unida al anzuelo del engatuzamiento, respecto al interés supuesto del monopolio exterminador de la Barrick Gold, de crear habitat o reserva de vida, estaba destrozada y vuelta añicos; por lo que el desaliento y la desilusión cundieron y el regreso fue caracterizado por el sordo dolor, de cómo los pálidos pelegatos boschistas y los perrodé, como las jaurías de los perros modernos de seguidores del hijo de la gran puta Rafael Hipólito Mejía, junto a las sabandijas del corrup-partido de reaccionarios sicarios cristianos (PRSC) seguidor del abominable, y despreciable tirano alimaña, Joaquín Balaguer, apuñalean inmisericorde e indolentemente a la nación y al pueblo, como judas nauseabundos y repugnantes.

La acción perra, del enajenado y depravado clerical opusdeista y agustiniano, flamante Ministro de Energía y Minas, el darwinista social y neomalthusiano, Pelegrín Castillo Semán, no pierde su naturaleza repulsiva, sino que la acentúa; al pretender atribuirle un carácter humanitario y progresivo a la plataforma de exterminio y/o aplicación del programa del factor K (killer); esgrimiendo que había que ser sensato y aceptar el exterminio masivo y devastador, por la conversión del país y todo su territorio, aguas, fauna y flora, más el aire que respiramos, en un campo de muerte al estilo nazi-fascista, a lo Hitler y Mussolini. Sean sensatos, dice Pelegrín Castillo Semán, de la misma forma que el sociópata y sádico masoquista Agustín de Hipona, su San Agustín de su santa devoción, preconizaba que se torturara y se quemaran vivos a los herejes y opuestos a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, por cuanto, gracias a esos tizones incandescentes quemándoles las carnes, tendrían los herejes la oportunidad de decirse arrepentidos; y, con ello, volver al buen camino antes de morir; lo que permitiría salvarse de someter sus almas al fuego eterno del infierno; gracias a los quemones inflingidos por las sagradas y santas torturas de los vesánicos curas y sus matones.

Cuando Pelegrín Castillo Semán nos dijo que, de los doctores padres de la Iglesia Católica, Agustín de Hipona era uno de los más admirados y venerados por él, sabíamos que estábamos ante un espécimen típicamente asesino de lesa humanidad, y genocida desalmado, cínico, y portador de la peor prostitución del alma que una persona puede llegar a alcanzar.

Ahora, como ocupante del llamado Ministerio de Energía y Minas, que hace suponer estar en dominio del conocimiento de esta rama y su tecnología, lo encontramos haciendo gala de la peor aberración criminal de lesa humanidad de que puede hacer ostentación un funcionario público.

Pero es que Pelegrín Castillo Semán es un componente de los vástagos bastardos, verdaderos animales carroñeros, hienas de dos patas y buitres inmundos; a la vez que, como tales, se alimentan de los despojos de animales muertos que, al morir, por muertes traumáticas, quedan insepultos, y cuyos cadáveres se convierten en carne en franco proceso de descomposición y putrefacción; la que las hienas y los buitres convierten en fuente de su asqueroso y opíparo festín. A los animales y sus cadáveres se les llama carroña, como a quienes los hacen su fuente de alimento se les llama animales carroñeros, y carroñas por igual.

Desde el tronco, abominable de Vincho Castillo Rodríguez, degenerado, perdulario vicioso, hasta cada uno de sus vástagos bastardos descendientes; sobre todo los Castillo Semán, nunca, ni bajo ninguna circunstancia, se ha oído que hayan pronunciado ni una sola palabra, no ya de condena, sino de dudas o aprehensión, o desaprobación, de los monstruosos procedimientos y métodos, asesinos y violadores de todos los derechos democráticos de los ciudadanos dominicanos que, por decenas y decenas de miles, la dictadura del tirano atroz, y dictador sanguinario, Trujillo, asesinó, torturó, persiguió; aplicándoles los más terroríficos procedimientos del despotismo y la arbitrariedad, contrarios a toda ley, y obedientes, única y exclusivamente, a su enfermiza arbitrariedad, bendecida y santificada por la Iglesia Católica-Vaticano y por las bestias del imperialismo norteamericano y sus sabuesos.

Es por ello, que el maridaje espurio, del espía pagado de la CIA y agente mercenario a sueldo del Departamento de Estado del imperialismo yanqui, Juan Emilio Bosch Gaviño, con Vincho Castillo y sus vástagos bastardos, y recalcitrantemente reaccionarios, encarna un baldón o eslabón clave de la interminable cadena de abyecciones, de amoralidad absoluta y orfandad total de apego a cualquier tipo de principio ético; lo que, a la vez, deja sin asidero en la realidad, a menos que sea como ejemplo del más soberbio cinismo y depravación, como prostitución más profunda del alma, que el paranarco, terrorista, criminal, ladrón, narcómano y aberrado, el disoluto y perdulario, Leonel Antonio Reyna, haya colocado, en un acto del más sublime y olímpico sarcasmo, precisamente a Vincho Castillo Rodríguez, como Secretario y Ministro de Asuntos Eticos de sus administraciones; a partir de lo que, puede concluirse, el desastre que las mismas han representado en el proceso de desmoralización y de desamparo de la ciudadanía y de la nación, República Dominicana.

Los que hablan, especulando y haciendo demagogias baratas, de Juan Emilio Bosch Gaviño, ejemplo y portador de virtudes éticas, no pueden resolver el enigma de, cómo, un espía pagado y un agente mercenario a sueldo, puede ser fuente y arquetipo ético-moral; lo mismo que coludirse con crápulas y excrementos escatológicos, como las hienas y buitres carroñeros del clan de Vincho Castillo Rodríguez y de sus vástagos, y bastardos cavernarios, de los Castillo Semán y otros.

 

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