EL TRAIDOR A LA PATRIA DOMINICANA DAÑINO MEDINA SE POSTRA ANTE EL SIRVIENTE DE LOS MONOPOLIOS BIDEN VICEPRESIDENTE DEL ARCHI GENOCIDA Y CANALLA OBAMA

La impunidad es sobre todo para el mismo Dañino Medina y sus funcionarios que son los responsables fomentadores e instigadores de todos los desmanes que forman este cuadro ignominioso de atrocidades

23-06-2014

 

Lo que percibe la nación dominicana y el pueblo dominicano, respecto al bueno para nada del Dañino Medina, es que no es otra cosa que un cebo tibio, inepto, mediocre, nombre babosa, insípido, inescrupuloso, desalmado, carente de dignidad y de principios; un ser repugnante, sin savia ni substancia, que ejerce el cargo de Presidente del Poder Ejecutivo por el Pálido pelegato boschista; por lo que, en verdad, es exactamente todo lo contrario de las alabanzas que a su favor, por su papel repugnante, dada su condición de miserable lacayo de los enemigos de la nación dominicana, y vil traidor al pueblo dominicano, el Dañino Medina, cuya ignominiosa e infame conducta, de cobardía y pusilanimidad, ante las hordas de invasores haitianos y la camarilla del bajo mundo, que se autodenomina clases y estamentos de clases dirigentes de las hordas despreciables de haitianos, no sorprende, a nadie que conozca su putrefacta naturaleza espuria, hecha de falsedades, estafas, engaños, manipulaciones y truchimanerías; como tampoco a nadie le ha tomado de sorpresa su indigna impostura de indiferencia, y hacerse el chivo loco, fingiendo que no le compete a él enfrentar a las cada vez más deplorables e insoportables condiciones de adversidades, miseria, pobreza, abusos y crímenes que, de manera catastrófica, están aplastando a la población dominicana. Y, mientras exhibe esa indolencia criminal ante la desastrosa situación, que opera acentuando las dificultades crecientes de la gente, el comportamiento de este Dañino Medina es de genuflexión y arrodillamiento ante los enemigos del país y el pueblo; como se hace harto evidente en el caso de los invasores haitianos, cuya presencia en el territorio dominicano, sólo contribuye al incremento y complicación de las adversidades para el pueblo.

Y otro tanto ocurre con la prostitución moral y la falta de ética, del hombre babosa del Poder Ejecutivo y de la Presidencia del gobierno actual, el Dañino Medina, quien, como se está palpando, no tiene ni siquiera intención de elaborar planes y programas, que enfrenten a los que han empleado el Estado, tanto pertenecientes al Perrodé, como a su propia organización gangsteril, y hato de para-narco-terroristas corruptos, desfalcadores del Estado y de los fondos públicos, como violadores de todas las normas de la legalidad democrática institucional; que incluso han reinstaurado la política del terrorismo de Estado; llevando a cabo, sobre todo desde el 1996, a partir del ascenso del Pálido pelegato boschista al Poder, en representación y recreación de la política neoliberal de la ultraderecha; fecha desde la que se viene llevando a cabo un verdadero carnaval de asesinatos, por parte de las fuerzas policiales, que Leonel Antonio Reyna, alias Leonel Fernández, y el mismo actual incumbente del Poder Ejecutivo, el hombre de paja Dañino Medina, han convertido un baño de sangre, a través de ejecuciones y fusilamientos de ciudadanos acusados de actos delictivos, que, al momento actual, arrojan un balance que ronda los 54 mil muertos; matanza horripilante a la que, para acicalar y maquillar en sus horrores, cínica y sarcásticamente, los representantes del régimen oligarquía, asumiendo su modelo neoliberal, teocrático-clerical, la prensa amarilla y venal como prostituida, radial, escrita, televisada y bajo todas las formas, faranduleramente, llaman ejecuciones extra-judiciales; que obedecen al terrorismo de Estado.

Desde el 1996 para acá, todo el mundo sabe que el número de ejecutados policialmente, con la complicidad del Poder Judicial, del Ministerio Público, de la prensa y la bendición de la Iglesia Católica-Vaticano, como de las sectas protestantes, que son copartícipes de todo el régimen de oprobio, nunca ha sido menor de 3,000 ciudadanos abatidos al año; o sea, fusilados, bajo el alegato de los ya inadmisibles y ridiculizados “intercambios de disparos”; bajo la grotesca expresión, como bandera del terrorismo de Estado, de “darle pa’bajo a la delincuencia”; como si el Estado y cada uno de sus órganos burocráticos, policiales, militares, y particularmente judiciales, jueces y Ministerio Público, de hecho, y conforme a la teoría del Derecho, son exactamente órganos delincuentes, empezando por el Poder Ejecutivo y su incumbente.

La impunidad, para los responsables de todas esas depredaciones, Dañino Medina la asume y sustenta. Que aquí nadie se engañe, es impunidad, sobre todo para él mismo y todo su equipo, para Dañino Medina y sus funcionarios, que son los grupos responsables, fomentadores e instigadores, de todos los desmanes, en cada uno y en todos los terrenos, que forman este cuadro ignominioso de atrocidades.

Y está claro, que las barbaridades de estas atrocidades, llevadas a cabo por los corrup-partidos del sistema, y sobre todo por el Pálido pelegato boschista, constituye la práctica fomentada y estipulada por el imperialismo norteamericano, en íntima alianza con el imperialismo de la Unión Europea y de la Iglesia Católica-Vaticano.

Por ello el alias Papa, jesuita y fascista, que es un agente de primer orden, le extiende su nefasta influencia protectora; y bendice la traición al pueblo y a la patria dominicana, del hombre babosa, del inútil sujeto de paja, prototipo del corrupto y criminal, revestido del peor manto de hipocresía, de conducta taimada, curtido en las marrullerías y las traiciones mas arteras contra el pueblo y la patria.

Ser ensalzado por un asesino de lesa humanidad, carnicero, genocida, ultra-explotador y capo de los grupos mafiosos y criminales, que tienen a los monopolios norteamericanos como sus principales fuentes, tal y como es Biden, el Vicepresidente de la hiena de dos patas, el bastardo negro, inescrupuloso y degenerado Obama, para una persona honrada y decente, nunca es motivo de orgullo. Por ello, para Dañino Medina. sí es motivo de orgullo.

¡Allá él!, igual que toda la cáfila Pálido pelegato boschista, de su espurio y entreguista, como antinacional y antipopular, desgobierno desgraciado.

No obstante, ni el país ni el pueblo tienen por qué sentirse, ni halagados, ni mucho menos orgullosos.

 

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